Lo bueno de tener esta cabeza tan dura, es que en esta situación disfruto viendo comer a los que están a mi alrededor. Camino de los 8 kilos perdidos ayer empecé a aprovechar la ropa que dentro de algunas fechas me volverá a no ajustar, por holgada.
El amonio me sale por las orejas en un estado cetósico brutal, pero igual de brutal es la sensación de fuerza, de vitalidad y de ganas de hacer cosas que tengo. El problema de columna es el único que me preocupa en este momento. Imagino que la descompresion producida por la pérdida de peso dará sus frutos.
Me he constipado un poco y llevo tres dÃas incómodo. La simple nariz taponada me quita capacidad de concentración y me tiene pelÃn incómodo. Sigo con la dosis reglamentada de oxicodona y preparado para intentar andar media hora este domingo, cosa que hasta ahora es imposible.
Recordar que la ingestión de cualquier alimento sólido es absolutamente nula y que 200 o 300 cc. de zumo amargo de pómelo al dÃa y algo de agua es lo único que se mete este cuerpazo.
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