domingo, 30 de junio de 2019

Enamorado de la Capitana del Sea Watch Tercero


Un breve texto, concreto y fácil de entender para tanta mente inquieta que puebla las redes sociales, discute y opina de lo que no tiene ni la menor idea.

Un vicepresidente, un barco y una capitana. Tres protagonistas de lo que podría parecer una historia de héroes y villanos dentro de un entorno tipo Vacaciones en el Mar. Un representante del equipo de los malos -pura administración italiana, armado y con cara de malo- una maravillosa morenaza de uno con ochenta, tetas y culo gordo -quiero decir en su justa medida- y mucho dinero, que se dedica a salvar el mundo ¡Orgasmo total! Cada uno ve a las actrices como quiere. Y por último un medio donde se desarrolla la trama, que en este caso bien nos vale el barato y destartalado barco de una oenegé que brilla por solamente brindar ayuda a la sociedad tras unas políticas que únicamente salvan vidas de negritos, que bien podrían haber sido también blanquitos, gays o heterosexuales. ¡Peliculón!

Una vez vista la película y pasados los créditos, se enciende la luz. En ese momento, los tertulianos y artistas del Facebook, plumillas de medio pelo y albañiles con vocación de políticos protagonistas -¡Vivan los albañiles!- se miran los unos a los otros y con el alma henchida, en un suspiro de ojos llorosos, dicen: ¡olé, olé y olé!¡Nuestra capitana!¡Nuestra heroína! -no me refiero a la sustancia que se extrae de las semillas de ciertas amapolas, es que también se llaman así este tipo de salvapatrias- ¡Qué bien lo ha hecho! Y todos a dormir, deseando que a nuestro vecino le coja un cáncer que se le lleve en dos días, que le despidan del trabajo, le deje la mujer y le denuncien por malos tratos o cualquier otra cosa que nos mantenga entretenidos y nos ponga delante la comidilla y la crítica, para pensar lo buenos y felices que somos nosotros. ¡Sociedad de Mierda! Así es como yo denomino el entorno en donde vivo y la hipocresía que reina en el mismo.

Yendo el texto por los derroteros que pretendo, no hace ser falta ser muy listo -ya sé que a veces nos cuesta- para entender que ahora es cuando la cruda realidad pasa a ser contada. Y contada con una alegría especial y un interés particular para esos que he comentado antes. El mermado tertuliano con cara de imbécil -ocho de cada diez que pueblan los platós- el típico influencer que habita en lo virtual y que desarrolla una nueva forma de marketing, que se puede basar en el cómo colocar las botellas, las bragas o el rodapié y que escriben hoy, mañana de otra cosa, problema yihadista, independentismo catalán, administración austriaca, pirámides o putas como si entendieran de algo, -cien de cada cien- ni de putas.

La realidad de quien conoce el problema de la inmigración, las oenegés por dentro y su manera de enriquecerse a costa de los muertos, por ejemplo en el mar, es otra. ¿Se puede interceptar un barco plagado de inmigrantes cuando abandona la costa de partida? No. ¿Se puede hacer variar su ruta, haciéndolo regresar al sitio de donde salió? Tampoco. ¿Qué nos queda? Hacer lo que todos estos tontos del culo, denominan proteger nuestras fronteras a costa de la vida de esas pobres personas que dieron todo lo que tenían para hacer el sueño americano sabiendo que pueden morir ahogados en cualquier punto del recorrido. ¡Qué  bonito! Y esto no es otra cosa que imponer la particular, rara y atroz ley que impida que cuatro millonarios que viven en Miami, Londrés y Moscú -hay uno que no se donde está- hagan su agosto de manera permanente a costa de esas vidas que a nosotros tanto nos preocupan. Es decir, incautar los barcos, meter en la cárcel a capitanes y capitanas -que no es lo mismo, unos tienen cola y otras a veces solo rabo- armadores, denunciar la bandera del país de turno aunque rara vez sea holandesa o panameña, multas y si es necesario sangre.

Me ahorro la pregunta, porque ya sé que no la mayoría de la población no lo va a entender. ¡Hoy soy un poco más malo que ayer, pero seguramente menos que mañana!

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jueves, 27 de junio de 2019

El Gordo en la Tele. Del Asesinato al Poder


El Gordo ha sido entrevistado en la televisión de Rosa María Mateo. Un programa para un terrorista. Un espacio televisivo pagado por todos para quien fue en su momento condenado a diez años de cárcel por pertenencia a la banda terrorista ETA. Un líder abertzale inhabilitado para ejercer cualquier cargo público y portavoz ilegalizado de Herri Batasuna ocupó el mejor momento de la televisión pública. ¡El brazo político de ETA en la televisión que pagamos todos los españoles!

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La situación que se produjo hace pocos días en nuestro país es algo que solo nos puede pasar a nosotros. Y la culpa no la tiene nada más que el votante español, nosotros, los que vamos a las urnas y ponemos en el poder a unos u otros según nuestra manera de pensar. La sociedad española es un conjunto de hipócritas que permiten, convalidan y aceptan este tipo de situaciones. Es más, la ironía de los asesinos, se ve reflejada en un simple tweet que otro de los diputados del mismo partido abertzale al que pertenece El Gordo en el Congreso, Oscar Matute, dice: «romper los marcos mentales» de los espectadores. «Nos imaginan montaraces, rudos, insensibles al dolor y al humor, ha tuiteado Matute. «Solo tú eres capaz de desmontar la falacia de un relato que nos culpa de todo para no asumir sus desmanes y su incapacidad». Esto nos lo cuentan después de habernos matado a casi mil de nosotros.

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ETA está en las instituciones porque una parte de sociedad vasca es una mierda y no se puede definir con otro tipo de calificativo. Una sociedad repleta de asesinos que siguen pensando igual que hace cincuenta años y a los que nosotros, los españoles de bien queremos ver muertos. Siempre dije que el conflicto con País Vasco y Libertad, era una guerra en toda regla y que como tal tenía que ser tratada. Me pregunto sobre quien ha ganado una guerra que ha terminado con sus principales protagonistas y los enemigos de la sociedad en las instituciones. Me pregunto quién salió victorioso del conflicto para mi tan vigente como hace años, cuando el espacio público se dedica a justificar sus asesinatos.

Nos imaginamos a Aymán Mohamed Rabie al Zawahirí, actual líder yihadista en la CBS, en la BBC o en la mismísima Televisión Española. Pues lo sucedido el otro día es todavía más grave cuando sucede en un país con un pasado terrorista como el nuestro.

Si el futuro de este tipo de terroristas en activo dependiera en este momento de mí, todos estarían muertos. Quizás yo no sea una buena persona, pero lo que si tengo claro es que no dependemos de Dios y solo confío en que el tiempo terminará poniendo a cada uno en su sitio. Y no me refiero solo a los terroristas, sino también a los políticos que procuran el bienestar de los mismos.

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martes, 25 de junio de 2019

Periodismo de Superhéroe o Clicks


¿Qué pasará con quienes no aporten valor? ¿Cómo creéis que afectará eso a los periodistas? Estas son las dos preguntas que el Doctor en periodismo y especialista en financiación terrorista Fernando Hernández Valls, se hace o le hace a Daniel Muñoz Guerrero después de leer su idea sobre el cambio que habrá a la hora de analizar las audiencias futuras en relación al verdadero valor económico que tendrán.

Después de pensar en que son dos preguntas mal formuladas o en el mejor de los casos mal entendidas por mí y respondiendo a Daniel, que el planteamiento que hace no tiene ningún futuro, pues no se trata de valorar lo que realmente importa, como podemos pensar ya que es más fácil contar presiones de botón que analizar el interés generado a través de factores fáciles de tasar.

Vivimos en un mundo en el que los gobiernos no terminan con el terrorismo por no generar paro. Un mundo en el que se generan guerras por el necesario equilibrio económico basado en la desigualdad, como algo que pocos más que yo se atreven a decir y pretendemos perder el tiempo en analizar modelos que cuestan lo mismo que los procesos sin análisis. ¿Me explico?

¿Tenemos una prueba de esto? Muchas. La primera es la manera que tienen los medios de contratar a las nuevas hornadas de periodistas que salen de las universidades. Una forma de contrato que no admitiría ninguno de los digamos, consagrados, aunque sean malos. Una forma en la cual no importa la profesionalidad ni la valía personal en lo que se conoce como periodismo a destajo. ¡Te doy ochocientos euros al mes y me tienes que traer cinco exclusivas diarias! ¡doscientas al mes! ¿Es creíble? Es la realidad que viven los nuevos plumillas en los grandes despachos del fondo de las redacciones de muchos de los conocidos medios digitales modernos.

Y no cabe la menor duda, de que ese planteamiento es así porque funciona. Y funciona porque nuestro negocio son los clicks. Funciona porque tenemos que estar metiendo noticias cada cinco minutos en los llamados periódicos dinámicos, que no son ni periódicos ni dinámicos, sino vendedores de sensaciones, máquinas de impactos o meras tapaderas mafiosas que se venden al mejor postor, como mediocres mercenarios. ¿Sabemos también de eso?

En definitiva, clicks y clicks y nada más que clicks. Eso es lo que gobierna, lo que manda y mientras los directores de los medios hagan su marketing en función de los tres, siete o cientos de miles de clicks que han generado sus noticias, no podrá ser de otra manera.

Se perdió el periodismo de la calle. Aquel que tenía a un chaval cuatro días detrás de los motivos por lo que se había producido un robo, aquel apuñalamiento o aquella dimisión. Se acabó meterse hasta el fondo del calabozo de una comisaría para hablar con el individuo que protagonizaba la noticia o conseguir subir al despacho del rascacielos más alto para hablar con cualquier psicópata imbécil presidente de una multinacional. ¿Por qué no había atentados los 24 de diciembre? Esa te quedó en el tintero. Echo de menos aquellas llamadas diarias y lo bien que nos lo pasábamos metiendo a gente en la cárcel sin ser jueces y destituyendo políticos sin ser presidentes de ningún gobierno.

¡Quizás éramos dioses o solo superhéroes¡

Dos Superheroes
Fuente: http://www.linkmesh.com

jueves, 20 de junio de 2019

Un Ángel Necesita Ayuda. Emilio Ortiz Celada


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Tabaco y alcohol, un día hachís, marihuana y esas drogas de diseño, cocaína, heroína y así sucesivamente para terminar muerto en vida o sencillamente, para terminar con nuestra vida. Ese es el camino de esos chavales que sin cumplir muchas veces los doce años y empezando desde abajo, han llegado a convertirse en unos campeones mundiales en la especialidad de destrozar su familia a través de esos comportamientos inherentes al consumo permanente de cualquier droga.  Destrozar su familia, buscando una forma rápida de morir.

Emilio fue uno de estos campeones del mundo. Emilio no esconde su pasado y después de mucha lucha y sacrificio demostró que de la droga se puede salir, asumiendo que el calificativo de toxicómano  jamás desaparecerá de su vocabulario y mucho menos se irá de su pensamiento. ¡El que es drogadicto una vez, no deja de serlo hasta el día en que se muera!

Emilio apartó la droga de su vida. Ese día, el último de una vida y el primero de otra, entendió que su solo podía seguir adelante, agradeciéndose asimismo su esfuerzo a través de la ayuda a los demás. Se podía haber dedicado a lo que mejor sabe hacer, a su especialidad, a su arte, a su mundo, a su música, a la música. ¡Pero no! Emilio empezó a ceder su tiempo y su dinero a los demás, lo poco que tenía, las pocas fuerzas con las que en ese momento contaba las dedicó a intervenir y apartar a las víctimas de ese camino en el que la droga te lleva a la muerte. Y así, en lugar de mirar por él, en cuidarse de sí mismo y en hacer una fortuna de su tiempo, se convirtió en el ángel que muchos conocemos y que ha salvado muchas vidas. ¡Literalmente, muchas vidas!

En grupos, a solas, con los niños o con los padres, con las compañías y a través de su voz, con sus palabras, a través de su experiencia, comparando y advirtiendo, entendiendo, abrazando, besando, queriendo, pidiendo y muchas veces llorando, es como Emilio ha conseguido sacar a decenas y decenas de adolescentes del camino a su muerte. Pataleando, gritando, saltando, riendo y corriendo detrás de chavales que ya presumían como muertos andantes de estar apartados de sus estudios, de sus familias, de sus amigos y aislados en el rincón que te encajona la droga, Emilio se hizo querer como necesitaba para cambiar el alma de muchos niños. ¡Niños que hoy tienen futuro, gracias a Emilio Ortiz Celada!

Hace tres días que leí una historia que a través de un comentario en Facebook, Emilio me contaba. Emilio y por petición de sus amigos, anunciaba que se quedaba sin casa, que un banco le echaba de su hogar, a la calle, a vivir bajo un cielo abierto, ese cielo que tantas y tantas veces le vio llorar. No he podido pagar mi casa y no me han dado ninguna oportunidad, me veo en la calle y no sé qué voy a hacer. Mi mujer se irá con su madre, yo con la mía y nos reímos pensando que volveremos a estar como en tiempos, como novios. Sin dramas y sin llorar e incluso sabiendo que esto que hoy tiene encima no es nada comparado con los ojos de la muerte que le miraron durante mucho tiempo, Emilio será capaz de salir de esta nueva prueba que ese Dios que dicen existe, le ha vuelto a poner. 

Pero después de leer y repasar la reciente historia de Emilio, esa que se escribe desde la oficina de un banco y que en pocos días pone a su familia con él en la calle, me he preguntado sobre su valor. El valor que tiene Emilio, e valor de lo que ha hecho por los demás, de lo que vale la felicidad que ha conseguido para tantas familias y sobre todo, me he cuestionado cuánto vale la vida de este o aquel chico de 13 o 14 años que de no ser por Emilio, hoy estaría bajo tierra. ¿Cuánto?

He tenido que engañar a Emilio. Le he pedido un número de cuenta para meterle algo de pasta, para hacerlo y también hacer público lo que Emilio nunca haría. 

Un ángel necesita ayuda y hay veces que las personas tenemos que ayudar a los ángeles.

No podemos regalarle una casa a Emilio, no podemos generarle una deuda que no le deje dormir, pero si podemos hacerle llorar de emoción, sabiendo que en este otro lado, hay unas personas anónimas que entienden que cuando alguien ha dado su vida por los demás, es justo que estemos ahí, con diez, veinte o treinta euros, muchos pocos, lo que sea que haga que la transición, la espera y el proceso que durara dos o tres meses, hasta que Emilio recupere su casa o se pueda gestionar otra, vivir le sea más difícil. Las alas de Emilio se han mojado y el ángel que tiene dentro no puede volar. ¡Y claro que sí ¡ ¡Claro que las personas también podemos guardar a los ángeles! ¿Nuestro ángel de la guarda siempre estuvo ahí? Supongo que la mayoría de las veces. ¡Es muy sencillo!

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ES20 2105 6077 4330 1000 6209 Es la cuenta que tiene Don Emilio Ortiz Celada en una sucursal de Liberbank en el lugar donde todavía habita. Una sucursal de Rivas-Vaciamadrid sita en el 101 de la Avenida Levanta. ¡Cada cual sabrá lo que debe hacer!

Perdón por el atrevimiento a la hora de hacer esta petición, 
en otra vida ya me arrepentiré de esto y de otras muchas cosas.

Juanan. 





miércoles, 5 de junio de 2019

Trashorras y Buyo. Dos Gallegos en Vallecas - Eduardo Rojo



Un día normal en el Colegio de Educación Infantil y Primaria Eduardo Rojo de Madrid. Eso reza en la leyenda de una de las maestras que se hacía eco de una visita que recibió el famoso colegio de Vallecas.

¡Fútbol y Valores! De eso iba esta historia que ha conseguido montar la Dirección de un centro conocido en todos los sitios. Francisco Buyo Sánchez, uno de los mejores y más famosos guardametas de la historia del fútbol y el ya hoy mítico Roberto Trashorras con una carrera que pasó por equipos como Barcelona, Real Madrid, Las Palmas, Celta y Rayo Vallecano entre otros han mantenido una conversación con los 150 alumnos de cuarto, quinto y sexto de primaria del Eduardo.

Un colegio de los denominados de difícil desempeño, con casi 500 niños que se reparten 30  nacionalidades, con aula para alumnos con trastornos generales del desarrollo y un grupo formado por un equipo directivo y unos maestros que podrían dirigir cualquier multinacional. ¡Eso es el Eduardo Rojo! Y ahí estuvieron dos de los mejores deportistas de nuestra historia.

Mucha expectación entre los que conocían la sorpresa y ojos muy abiertos entre los que se encontraron cara a cara con ellos sin explicarse el porqué de esa visita en la que Roberto y Paco iban a pasar la mañana a su lado. La respuesta es muy sencilla, ya que no podría haber otro sitio mejor para demostrar que hay grandes estrellas del deporte que más brillan por su humildad que por las gestas que hayan conseguido.

Buyo, el portero del 12-1 de Malta estuvo rodeado de 70 niños que no le llegaban a la cintura y que a la voz de autógrafo le dejaban sin respiración. Trashorras  y al grito de profe, te quiero aguantó abrazos de enanos de cuatro años que evidentemente no sabían quién era. ¡Precioso!
                                  
Por estas cosas son por las que merece la pena levantarse de la cama días como hoy, con una neumonía y seguir viviendo, peleando en la vida y como hoy en el Eduardo Rojo ha quedado más que claro, seguir demostrando al mundo, que todos somos iguales y que el amor por los demás es lo que la especie humana nunca debería de haber dejado de sentir. 

Mi agradecimiento a Bea, Violeta, María José, Silvia, Laura y a todos los maestros que nos han apoyado en esta visita, al equipo directivo formado por Ana, Ángel y Jesús, a David y muy en especial a Don Alvaro Izquierdo, el verdadero artífice del evento, quien ha hecho posible que todo esto suceda. ¿Seguimos haciendo un mundo mejor?