miércoles, 20 de diciembre de 2017

David y Victoria Beckham


Resultado de imagen de los beckham


Según la doctrina católica y por extensión en la mayoría de las religiones, la Fe como algo magnánimo y lleno de ilusión, se traduce en una obligación. La obligación de ser un virtuoso de la buena obra y practicar el bien y la misericordia, siempre en el nombre de Dios, si este nos lo permite.

Por otra parte, creer en Dios significa abrir un abanico de posibilidades, que además de ayudar mental y físicamente al fervoroso, implican otra serie de beneficios nada desdeñables, de a los que como si de un vicio se tratara, es difícil renunciar.

De cualquier manera, pueden existir situaciones en las que ante las que nos sea fácil abandonar este tipo de creencias. Sin ir más lejos, solo hay que solicitar ayuda al Divino, para entender que siempre y sistemáticamente nos va a dejar abandonados a nuestra suerte. Si tuviera que poner un ejemplo, que pudiera ser entendido por cualquier Mandril, me imaginaria la voz de socorro que como último acto, ejecutaría cualquier paisano que cayendo al vacío y sin paracaídas, estuviera  a punto de estrellarse contra el suelo. Con todo y con esto, el ser humano es genial. Da exactamente igual cuanto sufrimiento soporte, que incluso después de haber sido literalmente apaleado por la vida, sigue creyendo en Dios. 

Decir todo esto choca de lleno con mi nuevo propósito. Y es que tengo que confesar que me he propuesto empezar a estudiar Teología de manera urgente. ¿Por qué? Muy fácil. Siempre he vivido de acuerdo a lo que yo pensaba y dentro de la moralidad más o menos vigente, he hecho y respetado normas, que empiezan por ayudar a todo el que he podido y aunque vuelva a parecer contradictorio para quien me conoce, contados han sido los enfrentamientos que he tenido con el prójimo. ¿Y de qué ha servido esto? De nada. 

He descubierto que la gente defrauda por sistema y que ya sea por un interés económico o de cualquier otra índole, pocos a mi alrededor son los que se mantienen íntegros y pueden dormir a gusto. Estos días he terminado de llegar a la conclusión, que el ser humano es una especie de experimento fallido. Algo que iba destinado a ser cóncavo y terminó convexo. Un tremendo error que no tiene solución y que por más esfuerzos que hagamos, no hay por donde cogerlo.

En definitiva, me he terminado de demostrar a mi mismo, que cuanto más cosas haces por los demás, menos reconocimiento tienes. Y no me refiero a un reconocimiento visible y elocuente, sin llegar a lo carnal, sino más bien se echa de menos una simple patada a seguir, que haga que con el paso de los días las cosas parezcan más o menos normales. 

Imagino que la Teología, me hará descubrir a ese Dios en el que dejé de creer hace dos décadas y así poder recuperar el conocimiento necesario para entender eso que he comentado me preocupa enormemente. ¿Por qué el ser humano es tan extremadamente defectuoso?

Hasta que termine la carrera y tenga nuevas conclusiones con las que sea capaz de ensayar sobre este y otros conceptos, me voy a guardar mucho de las malas compañías y voy a apostar poco por los demás, para conseguir ser más sociable, estar más contento conmigo mismo y dejar de pensar que soy como el Real Madrid, el mejor club del mundo, que normalmente siempre que mira hacia arriba solo ve a Dios. En mi caso solo veo a los Beckham, esa pareja de chicos guapos a los que cada día comprendo más. 

Juanan

domingo, 17 de diciembre de 2017

El Mandril

Dejando a un lado la socorrida Grecia como lugar de nacimiento de cualquier forma de pensamiento, me gustaría dar valor a tiempos más modernos, en los que nació el verdadero razonamiento sociológico, como conclusión a una muestra de población más o menos importante.

Dentro de lo que podríamos considerar la historia moderna, tendría que ir a los también socorridos libros, para recordar todo lo que he leído sobre Jaldún y la base del conflicto social, aunque me sería más fácil ambientarme en  la Ilustración, donde Vico o Montesquieu se metieron de lleno en el análisis de las instituciones y hasta podría parecer un mediocre catedrático, adentrándome en autores como el mismísimo Comte, padre de la propia definición.

Habiendo terminado esta introducción que no sirve para nada más, que para encuadrar el particular del texto dentro del ámbito social, quiero pasar a exponer el motivo por el que en esta casi desierta época de textos, me he decidido a ceder un poquito de reposo mental, que no físico por prescripción, a plantear una idea sobre la que llevo tiempo turrando.

Los que en algún momento de nuestra vida nos hemos visto inmersos entre libros, sobre los que tratábamos de aprender a clasificar a las buenas gentes que nos rodean y además hemos intentado hacer nuestra propio encaje de bolillos, para conseguir nuestras propias divisiones, podemos recordar  fácilmente  al introvertido o al hostil, al estable y al rebelde, al conservador, al astuto y al ingenuo o al mismísimo esquizotímico. Y así, habría decenas de maneras de agrupar sociológicamente a la población. Pero hoy en día estoy empezando a echar de menos un nuevo y grandísimo grupo, que a su vez sería la caja donde hacer coincidir a muchos personajes de cualquier otro grupo.

El Mandril es un animal que reúne interesantes características y que a lo largo de la historia y según se han ido conociendo, dejó otros géneros para ser uno mismo por sí solo. Pero el verdadero Mandril, ese que yendo siempre en grupo, mete la pata por si solo y tiene el culo pelado, no habita en África Ecuatorial, sino que está aquí entre nosotros.

Hagamos la prueba y pongámonos a pensar en todos y cada uno de los conocidos que nos rodean. Ese enteradillo que siempre lo sabe todo y que cuenta por ridículos, todos los momentos en los que abre la boca. ¿Y la estrella del grupo? Ese zopenco que no sabe hacer bien nada, pero que curiosamente es capaz de triunfar como tuerto en el reino de los ciegos. ¿Son mandriles también los que acuñan el término viral alrededor de dicha estrella?

Lejos de pretender una diferenciación machista, pero centrando por un instante el tema en el mandril femenino, hay que recordar que no cabe la menor duda de que en nuestra sociedad y en cualquier punto del mundo hay verdaderos encantos de mujer. Las hay guapas y con cuerpazos que quitan el sentido, inteligentes y dulces. Mujeres diez, blancas, negras o amarillas que llaman la atención de cualquiera sin hacer ningún esfuerzo.  En otro nivel y más tirando hacia la zona de las cloacas, están los mandriles femeninos.  Este tipo de personalidad se da en frustrados primates del sexo contrario al mío, que necesitan superar sus complejos haciendo también el ridículo, aunque en este caso suele ser sin darse cuenta.

El verdadero mandril femenino, es ese tipo de pseudo mujer que suele ser de bajita y de tipo machorra, pero que ni mucho menos, este diagnóstico es lo peor que tiene, pues el feminismo físico viene dado por la genética de nuestros antepasados y todos conocemos grandes mujeres que parecen hombres.  Me refiero más a la otra vez frustración de no asimilar las desgracias y tratar de superarlas a través del intento de dañar a los demás, para así sentirse fuerte. Es decir, el ridículo total. ¿Machacar a la propia familia?

Existe el Mandril Yo-Yo. Y con este término no me refiero a un primate que se estire o encoja fácilmente, sino más bien a ese que se pasa el día en un punto lejano a la humildad y que todo es… yo esto, yo aquello o yo más allá.  Normalmente, no tienen conocimiento de nada o mejor dicho, su conocimiento se aplica en campos desconocidos para ellos. Esto lo veo en los nuevos grupos deportivos, donde personas que lo más redondo que han visto en su vida es un Volvo, se permiten el lujo de dar lecciones en cuestión de efectos, potencias y bajadas de pared. ¡Te quiero mucho, Quique!
La hipocresía y la falsa moral, albergan grupos de mandriles que se pasan las horas juntos sin aguantarse entre ellos. Hace poco me enteré de que en uno de los novedosos y más queridos grupos de mandriles que conozco, el mejor amigo del mandril principal, se acuesta con la mandrila de este. ¡Hay que ser Mandril!

Así progresivamente, podría estar horas hablando del mandriles, pero creo que todos pensamos que somos perfectos y ninguno estamos dispuestos a hacer propósito de enmienda. No obstante, creo que uno de los principales mandriles que conozco, soy yo mismo. Y digo esto convencido de ello. Hago cosas que no quiero hacer, aguanto a otros mandriles que no se parecen a los de mi especie y cuando no tengo sexo, no razono y solo pienso en la masturbación propia de un mandril. Tengo todos los inconfesables vicios que nos podamos imaginar, cada vez soy peor persona y no creo en Dios. También me avergüenzo de mi pasado.  Es decir… ¡Un mandril como Dios manda! Derrocamientos de gobiernos, asesinatos de alto nivel y no sé qué más acaban de decir en una película. ¡Qué casualidad!

Imagen relacionada
Mandriles Acudiendo a la Cena de Navidad


domingo, 10 de diciembre de 2017

Libertad Humana

En el año 1974, la artista de origen serbio, Marina Abramovic realizó un experimento en el que permanecería inmóvil durante seis horas, dejando que el público hiciese con ella lo que se les antojase. Como era de esperar, el daño sobre su cuerpo, la tortura e incluso un amago de ejecución con una pistola, hicieron que según las propias palabras de Marina, si se deja la decisión al público, te pueden matar.

Tras esta breve introducción, se puede decir que la violencia es la forma más arcaica de libertad humana, libertad de la que aprendimos y evolucionamos hasta el punto de que en nuestros días disfrutamos de inventos que nos hacen la vida mucho más fácil, pero que en sus comienzos, fueron creados para matar. Sin ir más lejos, el motor a reacción moderno que nos permite viajar rápida y cómodamente, fue un eficaz invento desarrollado durante la Segunda Guerra Mundial con el único y exclusivo fin de alzar la victoria sobre Alemania. ¿Y qué decir de la energía nuclear?

Resultado de imagen de bomba atomica

¿Qué es lo que nos ha humanizado para usar la destrucción, como el principio de un fin benéfico? En contra de lo que se pueda pensar, no nos hemos hecho más civilizados por dejar de destinar el motor a reacción o la energía nuclear para exterminar a la población, pues se ingenian nuevos y refinados métodos para seguir haciéndolo con más efectividad. ¿Por qué no seguir aprovechando esa tecnología para generar beneficios económicos? La bomba nuclear dejó paso a la más destructiva y mejorada Bomba H.

La obtención de energía eléctrica para nuestros hogares a través de las centrales nucleares, hizo a la humanidad, pagar un precio demasiado alto. Se sigue manteniendo ese invento destructivo, que por un lado mantiene la globalizada tensión bélica en el Telón de Acero Coreano y por otra sirve para darnos mejor calidad de vida.

Nuestra evolución ha estado y estará siempre ligada a la violencia intrínseca de nuestra naturaleza y así cuanto más libre, más violento es el ser humano, más eso no significa que la usemos como primera herramienta para solucionar algo, tanto es así que nuestro propio cuerpo a sufrido variaciones morfológicas durante la evolución, quitando aspectos que nos conferían más potencia mecánica y muscular, que hoy en día está compensada por la mayor, al menos en algunos, capacidad cerebral.

El Hombre es un animal doméstico, y sin embargo es la especie más destructiva.

¿Cuánta libertad tenemos? La libertad está vinculada a la violencia. Y no hay que pensar en la que es gratuita, sin sentido y desproporcionada, si no a la violencia necesaria y entendida dentro del equilibrio necesario de todo el conjunto social. ¿Eres libre? Si, pero no puedes hacer lo que te plazca, puesto que desde ese momento, volveríamos a ser igual que los Homo Sapiens de antaño. 

¿Se basa nuestra supervivencia y evolución en la violencia? No, pero es totalmente necesaria. 

¿Hay que restringir la libertad para que no haya violencia? No necesariamente, pero si adaptarla a la sociedad, conforme al punto en el que estemos dentro de un conjunto social. Dicho esto, cabrían aquí suposiciones de utopías más o menos idílicas.

¿Es mejor una sociedad violenta? No. ¿Nos volvemos a hacer la primera pregunta?

¿Está justificada la violencia legal? Si. Todo en esta sociedad tiene que quedar legislado y regulado.
Situémonos (a grandes rasgos y sin matices), en el supuesto en el que una persona está a punto asesinar a otra. En ese momento un policía efectúa un disparo que ocasiona la muerte al agresor. Como resultado, tenemos una persona muerta. ¿Pero qué hubiese ocurrido si el policía no llega a tiempo? Pues que tendríamos el mismo resultado. ¿Víctima en ambos casos?

Una única muerte es una tragedia, un millón de muertes es una estadística.
 Iósif Stalin

Mirémoslo desde el punto de vista jurídico, en el primer caso, esa violencia que ha utilizado el policía para matar al asesino, esta amparada judicialmente y consensuada en su mayoría por la sociedad, pues el malo ha muerto y el bueno sigue vivo, este épico desenlace se magnifica en películas e historias de héroes, en el que el espectador ya espera ese final para decir que ha sido una buena sesión cinematográfica.

¿Y el policia?¿Se ha convertido en asesino? ¿Evitar algo que solo ha cambiado el color de la víctima?¿La ley obliga ha hacerlo? Deberíamos de contestarnos a uno mismo si somos una sociedad violenta.

El Ser Humano es libre y así debe de ser, pero esa libertad no debe de inhibir la libertad de otro.

Seguiremos evolucionando y avanzando, seguiremos adelante y  a un momento, en el que no nos demos cuenta de quienes somos, de cómo hemos llegado hasta aquí, en lo que todo aparenta estar ya hecho, y un día de 1974 Marina Abramovic, arriesgando su vida, nos demostrará usandonos a nosotros mismos, de donde venimos.

Si se deja la decisión al público, te pueden matar. 
Marina Abramovic

Colaboración A.R. Lictores
Vadeador de la historia, aficionado a la lectura bélica y coleccionista de armamento militar
Inquieto viajero en busca de contextualizar el pasado en el presente.  Andando lo andado.