Ayuno Total - Decimotercer Día

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Pitágoras, ayunó cuarenta días como preparación a un examen en la Universidad de Alejandría y ponía esa condición a sus alumnos antes de ser aceptados como tal.

Esta noche se cumplirán trece días desde que dejé de comer. Me encuentro en perfecto estado y el ánimo para seguir es total. Hoy ha sido el primer día que he tenido una sensación de vacío de estómago. 

La caída del peso se ha visto frenada, pues entiendo que habré eliminado los líquidos sobrantes. Si todo va como el año pasado, estos días estaré anclado en la barrera de los 90 Kilos e incluso recuperaré peso en algún momento. La ingesta calórica se reduce a dos tragos de zumo de cualquier cosa y una manzanilla que cambio por aburrimiento por el agua. En total meteré al cuerpo medio litro de líquido por jornada.

Pasados estos días, mi cuerpo empezará un proceso de curación y regeneración más profundo. Es posible que además de los tres primeros, estos que vienen sean los días de más sacrificio. La mente del ser humano es bastante débil, en comparación con la fuerza de ciertas peticiones de nuestro cuerpo. ¡Coser y Cantar!

A mi lado se empiezan a preocupar. ¿No se acuerdan del año pasado? Hasta los 28 días todo debería ir sobre ruedas y partir de ahí, lo que pase es totalmente desconocido para mi. Pero si Pitágoras aguantó 40 días, yo tengo que ser más y no comer nada durante al menos 41. Así podré decir que hice algo mejor que el matemático de Samos, con el hándicap de que yo tengo al alcance cualquier cosa que en este momento quiera comer. ¡Jamón de Guijuelo! (Creo que en español, hándicap se escribe con tilde)

El reto sigue adelante. No mejoran los dolores de espalda y el bloqueo es importante. Así que la oxicodona con un protector de estomago son las únicas sustancias solidas que consumo.  A mi lado, todos siguen comiendo y a casa de mi madre ya no puedo ir que se asusta.