lunes, 20 de marzo de 2017

Ayuno Total - Decimoséptimo / Decimoctavo Día

💚 89,7 K - 7 horas 💤 05,50 PM 


En tres horas a partir de este momento habré cumplido dieciocho días de esta guerra. Hoy está siendo el peor día de todos los transcurridos. La boca sigue con aftas que no mejoran y desde hace 48 horas para acá me estoy quedando sin voz, pero lo peor de todo es la lesión del canal medular que no mejora con la bajada de peso. Hoy es el día en que más paciencia estoy necesitando. Si pudiera dormirme y levantarme dentro de un mes, lo haría. ¡ Me comería un bocadillo de calamares !

Resultado de imagen de bocadillo de calamares


💚 90,1 K - 10 horas 💤 08,00 PM


En estos momentos llevo diecisiete días sin comer y estoy con catorce kilos perdidos desde que volví de Lugo la última vez y a diez de los cien que pesaba el día que empecé el proceso. A veces, no sé con que fin, me entretengo en calcular las horas exactas que llevo recorridas y hoy ya han superado las cuatrocientas. Pensándolo bien y descontando el tiempo que estoy dormido, no son tantas. 

Estos últimos tres días hemos estado recorriendo Tenerife y ha sido la primera vez que esta historia me ha pillado en modo puente. Se mueve uno por sitios más o menos nuevos, donde lo normal en nosotros es ir de tasca en tasca, bebiendo y comiendo lo que nos da la gana, por lo que esta situación es un problema. Somos costumbristas por naturaleza y no ha sido fácil en ese aspecto pasar estos días, pero finalmente, el viaje a compensado en todas y cada una de sus partes. ¡ Ojalá, fuera viernes otra vez !

Ana me comenta que estoy más lento y yo la explico que lo que tengo es mucha más tranquilidad. ¡Es cierto! El metabolismo funciona con una marcha más corta y eso garantizo que se nota. Empieza a existir una sensación de mayor interioridad en los pensamientos y estoy siendo capaz de dar vueltas a más problemas a la vez, aunque todavía es pronto. El ayuno no hace desaparecer todos lo malo que uno tiene y es una pena, porque para mí sería un chollo.

Me siento totalmente fuerte y concienciado. De momento no me planteo que ha llegado el final y calculo por semanas, el tiempo que tiene que pasar para empezar a comer. En estos momentos tengo la seguridad de que llegaré a los cuarenta días y por coincidir en fechas con la Semana Santa y las complicaciones, bien entendidas, que surgen en el aspecto familiar respecto de la gastronomía como manera de compartir el tiempo.

Me ha surgido un problema en la boca, que no sucedió el año pasado después de veintiocho días. La tengo llena de aftas y heridas abiertas. Esta vez he anulado el zumo de pomelo casi en su totalidad y parece ser que no debía de haberlo hecho. El 90 % de lo que ingiero es agua y posiblemente, esta decisión haya sido un grave error.







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