domingo, 21 de mayo de 2023

ETA Perderá las Elecciones en 2023

¿Cómo es posible que la banda terrorista vasca pierda unas elecciones este año?

Secuestradores y Asesinos

400 Crimenes sin Resolver

Llevo muchos días diciendo, que estamos ante la campaña política más inútil que este país ha vivido en toda su historia. Primero porque nos enfrentamos a las elecciones más claras respecto de lo que va a pasar, situación extraña en lo que se refiere a los españoles, en el que la cultura electoral es una de las asignaturas pendientes de la ciudadanía.

Lo que quiero transmitir a quien le interese, es que la sorpresa que en comicios anteriores podríamos esperar del voto automático, ese que se reproduce sistemáticamente década tras década y que quien lo autoriza jamás se preguntó el porqué del mismo, no va a estar en estas elecciones. ¿Por qué? Porque la campaña se amortizó con la inclusión de criminales confesos y condenados en las listas electorales y que las instituciones han hecho legal. En este país, esto es algo tan serio, que lo que el poder ha consentido es que, ese juicio en el que se tomarán decisiones se traslade a la calle. Y no tengamos dudas de que la calle condenará a través de la negación del voto a ciertas siglas políticas.

Y atención a lo que he dicho, ya que me he referido a negación del voto, sin entrar en el problema que el desconocimiento del futuro político a través de lo que implica el equivocarse con el voto, repercute en el propio elector.

La organización criminal vasca pretende dirigir el futuro de los españoles que a su vez asesinó. Esta situación no se ha vivido en ningún sitio y en ningún momento de la historia. Si bien es cierto que por imposición puede haber gobernado quien antes ha matado, jamás hemos habilitado mediante elecciones a alguien que venía de hacerlo. Hitler gobernó tras ganar en unas votaciones, pero no venía de matar alemanes.

No es el momento de criticar a Pedro Sánchez, en el que muchos vuelcan sus odios. No estamos ante el derecho de acudir en masa a derrocar a ningún gobierno central. No es el momento ni es legal. Eso ahora no importa. Y aunque llegará ese momento, en el que a finales de año y a través de otras elecciones volveremos a ser juez y parte con nuestro voto, ahora toca lo que toca, que no es otra cosa que contar muertos y contar votos.

Sé que voy por un camino complicado, pero fácil de entender en cuanto exprese mi opinión. Mi parecer pasa por comprender que cualquiera que defienda siglas que perpetúen asesinos en nuestra asambleas y parlamentos, no merecen nuestro respeto, ni por supuesto nuestro voto. ¿Y entonces que hay que votar? Está muy claro que siempre a la oposición, entendiendo que esto es un texto que escribo porque me da la gana y con el que no pretendo nada más que hacer la guerra al terrorismo. Tengo que confesar que cuando el domingo por la noche terminemos de contar votos, serán las primeras elecciones de mi historia que me importe realmente la cantidad de votos con el que honremos a cada uno de los muertos que por culpa del amonal o 9 mm parebellum tuvimos que enterrar, algunos muy cercanos.

Amortizada. La campaña política está amortizada y ha sido la campaña más aburrida a la que hemos podido asistir. Esto no va de izquierdas ni de derechas, hoy no tenemos que posicionarnos ni arriba ni abajo. Los puntos cardinales dan exactamente igual y solo hay que erradicar el color rojo que tiene la sangre del terrorismo. ¿Rojo?




                                                                            

 

sábado, 25 de junio de 2022

Ucrania te Necesita. La Generosidad de Ayuso

Ucrania te necesita es la campaña que la semana pasada puso en marcha la administración Ayuso, que se está llevando adelante en más de 1500 centros educativos y que estará activa hasta el 17 de julio.  

El centro elegido para dar voz a la solidaria empresa, ha sido el colegio Eduardo Rojo del barrio de San Diego de Vallecas, al que asistió vicepresidente y consejero de Educación, Ciencia y Universidades de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, acompañado de Nadia Álvarez y Rocío Albert, consejeras de Organización y Política Educativa, además de Coral Báez, directora del Área Territorial Madrid Capital. 

Recibidos por Ana Muinelo, directora de este CEIP, los ilustres visitantes recorrieron el colegio entrando en las aulas e interaccionando con el alumnado. La directora, gallega y madrileña a partes iguales, le dio mucha importancia a este tipo de campañas de ayuda a los demás, porque además de la propia función que tienen este tipo de retos, son importantes para profesores y familias. Y así dice Muinelo, que a través de ellas los niños aprenden los valores de la vida y el significado de la palabra compartir. Resumió su centro como un lugar donde interaccionan casi treinta nacionalidades diferentes, teniendo en cuenta que muchos de estos niños ya han vivido en países en permanente conflicto bélico, que se solidarizan, preguntan, quieren saber, opinan y son muy conscientes, de lo que está pasando entre Rusia y Ucrania. 

La anécdota del día para los políticos madrileños la escribieron curiosamente algunos de los pequeños, que al ver al flamante vicepresidente de la Comunidad de Madrid y consejero de Educación, se dirigieron a él para decirle que le habían visto en la tele a la vez que le extendían la mano. 

Según EFE, el colegio Eduardo Rojo no ha recibido de momento ningún refugiado ucraniano, aunque el Ejecutivo madrileño ha escolarizado hasta el momento a 3.127 estudiantes de este tipo, de los que 567 reciben clases en Educación Infantil, 1.089 en Primaria, 671 en Secundaria, 748 en Centros de Educación de Personas Adultas (CEPAS), 34 en Escuelas Oficiales de Idiomas y 18 en otras enseñanzas. 

En declaraciones al Correo de España, Muinelo declaró que la visita de los representantes de la Comunidad de Madrid al colegio ha sido muy emotiva y una oportunidad más para que los niños se acerquen a personas que independientemente de su cargo, son capaces de disfrutar y compartir momentos tan solidarios como el vivido hoy en el Eduardo Rojo.

Mis Conciencias


El 24 de febrero de este año, hace hoy cuatro meses y un día, empezó lo que unos denominan guerra de Ucrania y otros invasión rusa. Recuerdo los días siguientes como un periodo en el que todos los medios bombardeaban con información, más que los propios rusos en Járkov. Recuerdo la solidaridad de pensamiento, tanto como el permanente flujo de opiniones, alguna incluso enfrentada. Fueron pasando los días y la cantidad de ingente información recibida, empezó a ir a menos, a la vez que en la misma medida, fuimos perdiendo el interés. Lo que esto demuestra, no es nada más que la superficialidad del ser humano, un ente que como conjunto solo le interesa lo que sea que venga a través del modelo de propaganda dedicado a la masa en general. Para bien, o para mal. Da exactamente igual.

Hablar con la gente el primer día de guerra, significaba echarse a reír. La mayoría de los mortales no sabían con quién posicionarse, porque en el fondo daba igual rusos que ucranianos y la idea que se tenía de ellos, una vez más solo venía formada por la otra vez información que los medios había proporcionado en otros tiempos. El experimento era precioso, ya que con medio minuto de conversación era capaz de cambiar el color de la bandera de Putin a Zelenski o de Ucrania a Rusia. Yendo más allá, ¿quién sabía lo que era el Dniéper o rizando el rizo, un dniéper? Normal.

¿Está la sociedad concienciada con el terrorismo como problema? La respuesta es fácil. La sociedad está solo concienciada en un espacio de tiempo muy corto, que siempre coincide con el posterior a un atentado con víctimas. ¿Por qué? Porque la población está en su derecho de no repercutir a su vida diaria los problemas ajenos y mientras no seamos víctimas de este o aquel grupo terrorista, en forma de haber perdido un familiar o sentirlo en nuestras propias carnes, es poco interesante llorar por los demás o simplemente tener un recuerdo permanente de aquellos que sufrieron de cerca esa lacra. Una vez más, se demuestra que el desconocimiento tan brutal que la sociedad tiene de este problema, solo sea manipulado por los medios de información cuando se produce un atentado, variable el impacto por su forma de contarlo e incluso más o menos importante, en función de los días que nos hagamos eco de la noticia.

Es decir que una noticia permanece, solo hasta que llega la siguiente. Como ejemplo podemos situarnos en el domingo de los comicios andaluces y el batacazo electoral que se dieron las izquierdas españolas. Si observamos los medios y su comportamiento en los días siguientes y una vez transmitidas las primeras impresiones, apreciamos que se convirtieron en secuaces cómplices del gobierno de turno, para bombardear con novedades insulsas y sin recorrido que hacían no hablar de esa derrota. ¿Qué se consigue así? Que el inculto y negligente en materia política, grueso de la sociedad no pudiera dejarse llevar por el momento e intentar entender que es lo que había pasado y sobre todo cuáles eran los motivos por lo que había sucedido.

Casi cualquier ser humano que se propone hacer algo y empieza a hacerlo, al poco tiempo pierde el interés y vuelve al punto de partida. La fuerza de voluntad es una característica intrínseca a todo el mundo, denominada así por tratarse del conjunto de dos virtudes muy complicadas de conjugar. La fuerza siempre requiere un sacrificio y la voluntad que es lo complicado de entender siempre será la asignatura pendiente.

Exigirse objetivos concretos y lograrlos, es sin más el mayor placer que la esencia del hombre visto desde la antropología filosófica, puede lograr y es sin lugar a dudas lo más complicado de hacer. Véase la propia definición dentro de la psicología conductista de la misma, que habla de retrasar la recompensa, lo que solo implica sufrimiento si no hay un porqué.

A lo largo de mi vida he conocido mucha gente. Hoy en día no trato con demasiada, no me importa casi nadie y he aprendido que solo mi tiempo lo merecen los que puedo contar con los dedos de una mano. Después de vivir más de medio siglo, he comprendido que todo el mundo tiene la capacidad de mentir por interés propio. He visto que la corrupción es intrínseca al ser humano y directamente proporcional al dinero que haya en juego. He sentido dolor y decepción que han llegado en forma de sorpresa, como algo que podría haber sido impensable en tiempos pasados y así y con todos esos factores en contra, sigo negándome a cambiar. ¿Por qué?

Porque quizás este sea un texto de reconocimiento a esos que todavía se mantienen puros en su mayor parte y que cada día me honran con su presencia. O simplemente y más fácil de entender, al contrario, siendo una respuesta o voz de socorro. Un grito por el hartazón que produce lo mediocre.

El problema es que a lo largo de la vida y según va pasando el tiempo, nuestro gaia más cercano que se podría resumir en ese entorno en el que nos movemos, me ha hecho aprender demasiado con el riesgo de perder aquellos principios que un día tuve y que ya no sé si tengo.

Todos los días pienso en los muertos que nos dejan las injusticias. Me acuerdo de los asesinados por ETA y de los inocentes rusos o ucranianos que han muerto en este último entretenimiento que nos depara la televisión. Pienso en el hambre y aún soy capaz de dar la ropa que llevo a cualquier que no esté vestido en la calle, doy fe de ello. Pero cada día se me hace más difícil no mirar hacia ese botón a modo de disparo en la cabeza que usaría para retirar de mi lado muchas cosas. ¡Ese es el problema!

He comprobado que el más tonto hace relojes. Relojes que luego no funcionan. He visto que el tío más inútil del mundo, puede vivir del cuento toda su vida a costa de los demás. Doy fe de ello hasta el punto que yo he sido ese que nutría a algunos de los mayores delincuentes, también morales de este país. Y así sucesivamente vamos creciendo y mirando a nuestro alrededor, me emociona preguntarme dos cosas enfrentadas entre sí. ¿Qué hago yo aquí entre vosotros? O lo que sería más lógico y normal pensar. ¿Qué hacéis en este lado, el mío, que es el bueno?

Otro texto cargado de humildad.

lunes, 20 de junio de 2022

Elecciones Andaluzas. Mis Más Sinceras Conclusiones

Macarena Olona no puede conocer lo que la deparará Dios en el futuro. Y así terminó este entretenimiento que ha supuesto para ella las elecciones andaluzas. Y no lo digo en el sentido que cualquier estrecho de mente podría entender, pero VOX tiene que reconocer haber hecho una campaña totalmente equivocada, pensando quizás que el electorado andaluz y por extensión el español, somos como los figurantes de La Vida de Brian. ¡Por eso de los designios del Señor!

Nieto y Rodríguez lo tienen más claro. Y así lo han demostrado con la cantidad de chorradas con las que sistemáticamente rellenan sus cachondos discursos, solo atribuibles en su autoría, a aquellos que forman parte de la historia de Cervantes, Tomás de Aquino o el mismísimo Salomón que nos dejó aquello de que hay más tontos que avispas. Al final siempre hay que recurrir a los libros y a la mundanal historia y así poder encontrar referencias con las que entender mejor a los tontos. ¡También tienen derecho!

Decir "tiene cojones" es algo común entre los mortales, pero quizás nos quede como frase distinguida al lado de las declaraciones de cierta parte de la izquierda, después del tremendo batacazo electoral que sufrió en los últimos comicios andaluces.

Algún iluminado socialista, iluminado entiendo por el mismo Dios del que Macarena no sabe nada ha llegado a interpretar los treinta escaños, el peor resultado de su historia y perder hasta Dos Hermanas, como datos casi positivos. Pero lo vivido en la comparecencia de Lastra, ha superado todas las expectativas que el más tonto del mundo se podría poner como reto. Este personaje propio de cualquier película del subvencionado Almodóvar ha llegado a transmitir que Moreno ha doblado en escaños a Sánchez en Andalucía, gracias a los ingentes recursos aportados por el Gobierno de España en la crisis del coronavirus. También añadió que el PSOE no ha tenido tiempo suficiente para construir una alternativa, olvidadando que fue Sánchez quien nombró a Espadas candidato, para superar el ridículo suelo conseguido por la entonces lideresa del aparato andaluz. A juicio de esta soplagaitas, me refiero a Lastra, el balance de de la estrategia del PP es escaso, porque ella como socialista sigue liderando las encuestas. La pregunta que yo haría al esperpento este, sería: ¿Sabés cuanto daño estás haciendo a la cantidad de maravillosos alcaldes socialistas que todavía están al frente de su ayuntamiento en España? Siendo una de las personas más tontas de la historia de la humanidad, cree que es la más lista del convento, llegan los votantes y se cagan dentro. ¡Eso la Lastra!

Pablo Iglesias ha dado órdenes en la dirección de no hacer ninguna declaración en cuanto asumir ninguna responsabilidad y cargar esta a Yolanda Díaz y a sus comunistas. A su vez esta laboralista de Fene todavía cree que la ciudadanía les está esperando, cuando lo cierto es que la ciudadanía, con redundancia incluida les ha mandado a tomar por el culo, que en término coloquial solo significa, bien lejos.

Como conclusión, las elecciones andaluzas se han cobrado la total incapacidad del gobierno central desde el día que nació con todo lo que eso engloba, la prepotencia de Abascal y VOX de cara a estas elecciones en las que no lo podían haber hecho peor y sobre todo lo que significa El Sanchismo en el conjunto del territorio nacional y Andalucía en este caso.

Ahora resulta que los votantes no son tontos, que saben lo que quieren o por lo menos tienen claro lo que no quieren ver ni en pintura.

Don Miguel decía que una retirada no es una derrota. Pero vivimos un momento político en el que siendo una retirada lo mejor que podría hacer Sánchez, los veinte años de travesía del desierto no se los quita nadie, aunque se fuera hace diez días. ¡Eso es Zen!

Tomás de Aquino escribió en numerosas ocasiones, aquello de que los tontos son legión. Lo extraño de este momento es que se han juntado todos en el mismo sitio. ¡En Andalucía!


miércoles, 15 de junio de 2022

Séptimo Proceso de Ayuno - 7 Días Sin Comer


Siempre nos han dicho que dejar de comer es malo y que hacerlo nos puede matar. Esta frase que parece lógica y normal, por ser lo que siempre nos han contado, nada tiene que ver con la realidad. Lejos de querer entrar en discusiones, soy de los que piensa que las cosas se demuestran con hechos. Y es así, como hace ahora seis años que hice el primer ayuno radical de mi vida.

Quizás lo hice porque se me habían acabado los retos que mi cabeza era capaz de entender o simplemente estaban a mi alcance. Tengo que decir que admiro a personas que tengo a mi lado, ya que no soy capaz de correr lo suficiente para completar una maratón y aunque me he subido en algún pico importante, no tengo hoy en día la capacidad de irme a pagar por hacer un ochomil.

Entendiendo lo que he querido decir, siempre he pensado que el poder de la mente es actualmente desconocido por la humanidad y que aunque no entendamos todo lo que pasa a nuestro alrededor, absolutmente cada una de las cosas que suceden, tienen una explicación.

Nos dicen que comer es algo normal y no seré yo quien desmienta eso, porque entre otras cosas, la gula podría ser uno de mis mayores pecados. Pero siguiendo con esta aburrida introducción, de un texto que recomiendo dejar de leer, me pregunto como ha sido la evolución de la nutrición en cuanto al ser humano se refiere desde aquel primer hombre de las cavernas. La verdadera evolución. A esa me refiero.

Hace seis años conseguí estar un mes sin comer nada. Esto dicho así puede mal entenderse o creer que pasé por un proceso de dietas con ciertos líquidos que me cubrian las necesidades básicas. No es así, ya que cuando hablo de no comer nada, me refiero a no comer absolutamente nada durante un mes. No contento con esto, al año siguiente me mantuve en ese estado durante cuarenta días y ya en 2018 fueron sesenta. 

Hace una semana que empecé el séptimo proceso de ayuno radical de mi vida. A estas horas se están cumpliendo siete días desde que me metí en la boca el último alimento. ¿Cuánto aguantaré esta vez? No tengo ni la menor idea. Ya sé que soy capaz de no consumir ningún alimento durante más de dos meses y esto ya no supondría un reto para mi, fuera de que me planteara estar tres, cuatro, cinco o seis, cosa de lo que me creo totalmente capaz. Y este texto no es igual que aquel primero al que me puedo remitir, donde analicé todo mi proceso día a día durante cuarenta días y después cincuenta, en algo que entonces era una novedad. Pero si me apetece escribir sobre ello para contribuir a desmontar creencias falsas y que llenan artículos científicos y de opinión, sobre por ejemplo nutrición, lo que podría ser una de la mayores supuestas estafas a las que estamos sometidos.

Me gusta comer y disfruto con ello. Sería de los que acudiría a un concurso de comer y lo ganaría. Verdaderamente soy un desastre andante, sin disciplina ni control sobre la mayoría de las cosas que no me importan y comer en demasía hasta reventar, no me supone ningún problema, porque llegado el momento soy capaz de conseguir dejar mi cuerpo totalmente limpio y nuevo. Sencillamente dejo de comer durante semanas. Así de fácil. ¿Quíen da más?

Hoy tenía una conversación con una de las personas importantes de mi vida. Hablábamos sobre vicios, porque posiblemente los hemos tenido todos. Criticábamos sin control a otros y queridos terceros, que no veíamos como nosotros, ya que carecen de autocontrol. Esta conversación, dentro de un coche mientras acudíamos a una reunión me dejó un pensamiento que trasladado a la cita que cualquier erudito podría acuñar, quedaría algo así: Es fácil ser dueño de la mente de los demás y prácticamente imposible controlar la mente propia.

¿Es verdaderamente así? No me cabe la mejor duda. El ser humano tiende a tratar de manipular a todo el que tiene alrededor. Conseguir las cosas que queremos pasa muchas veces por convencer a quien nos las tiene que dar. No hacer lo que detestamos, pasa por justificarlo delante de alguien. Ganar dinero es un reto en el que se entremezclan muchas cualidades que todo el mundo podría tener, pero que no ha sabido cultivar. En definitiva, vivimos intentando gestionar el pensamiento de los demás. Solo hay que pensar en los esfuerzos que hacemos cuando queremos que nos quieran fuera de nuestro entorno familiar. ¿El amor?

Pero nuestra cabeza es diferente, porque es sin duda lo más difícil de conquistar. Todo son retos, dietas, constancia, lucha por entender, por ahorrar, por dejar de fumar, de beber, el gimnasio. ¿Es duro, verdad? La fuerza de voluntad es seguramente la mejor de nuestras virtudes y lo más complicado de saber que es. Siempre me acordaré de aquel novio de Maya, que al final de un capítulo se sentó en un campo de setas venenosas pero irresistibles de comer y de brazos cruzados, decía no. No comer, no fumar, decir que no a la ludopatía, a las drogas, a la infidelidad o al placer sin sentido, es simple fuerza de voluntad.

Después de siete días sin comer y sintiendo que estoy al principio de una experiencia que tengo que conseguir sea diferente, puedo garantizar que todo el mundo puede hacer ayunos radicales por mucho espacio de tiempo y ni que decir tiene, que en este estado me puedo hacer mil kilómetros en un día, andar veinticinco y dormir como cachorro, con mucha más garantías que cuando comía, mi capacidad intelectual se multiplica y hasta escucho y veo mejor.

Hoy no pretendo mucho más. En el fondo tampoco prentendo nada en concreto o tal vez es un texto que me dedico a mi mismo. De cualquier manera aquí queda, recordando aquellos primeros tiempos en los que empecé con lo que mucho denominan, una locura.

¡Prometo solo una cosa! Estaremos en contacto.

España 2 - Jacobo 1

 

Cientos de medios se hacen eco de los noventa minutos en los que se desarrolló el encuentro. Crónicas al alcance de todos en cualquier lugar del mundo. hacen que muchos españoles se alegren de que Luis Enrique siga con la confianza de Rubiales, para hacer frente a una vuelta del verano, en la que veremos si somos capaces de seguir con aspiraciones a títulos.

Pero al término del partido contra los checos, sucedió algo que comparte protagonismo con el evento y que no ha pasado desapercibido, ni mucho menos en las redes sociales. Este medio ha podido contactar con Jacobo Fernández, el espontaneo que nada más escuchar el pitido final, saltó con la única ilusión de abrazar a los jugadores españoles. 

Jacobo no se arrepiente de su hazaña. Un chico guapo y muy alto, con un prometedor futuro, llamó ayer sin querer la atención de gran parte de España. No era un negocio, ese al que nos tienen acostumbrados el rebaño de espontáneos profesionales a los que les da igual tirarse al escenario del Festival de Eurovisión, que a un campo de cualquier categoría con tal de hacer el ridículo y atentar contra la evolución de cualquier evento, para reivindicar su cercanía a cualquier ideología. Jacobo Fernández, el hijo de uno de los abogados más importantes de este país, hizo caso omiso a la negativa de su progenitor y transitó cuidadosamente y sin llamar la atención hasta el borde del campo, para en un suspiro salir corriendo y casi llorando de ilusión, abrazarse a un jugador tras otro hasta que la seguridad le sacó, por cierto, con mucho cuidado y educadamente del recinto. 

¡Esto también es futbol! Jacobo ha demostrado que independientemente de las fortunas que muchos clubes pagan por jugadores de cualquier rincón del mundo, con el fin de seguir haciendo caja a través de títulos o en el caso de muchos, solo a través de la venta de camisetas, la ilusión también existe. Y hemos podido comprobar a través de un chaval de 15 años, que el futbol es para muchos, más que un simple partido y que los jugadores son verdaderos héroes para nuestros chavales. 

Como español tengo que agradecer y me reitero en ello, esas buenas formas con las que invitaron a salir a Jacobo del terreno de juego, momentos en los que se aprecia que incluso le dejan tomarse su tiempo para conseguir la ansiada foto. Hay que quitarse el sombrero y felicitar a la organización malagueña y a la propia RFEF con Luis Rubiales a la cabeza. Hechos estos que chocan con la imagen de Jacobo, cuando fue solicitado por los cuerpos y fuerzas de seguridad de estado que, en virtud de sus obligaciones, tomaron nota de los datos del en ese momento, tío más feliz del mundo. 

Hay que destacar que Jacobo Fernández desobedeció a su padre, pero esperó tranquilamente a que el partido hubiera terminado, no molestó a nadie y dando rienda suelta a su alma y su corazón, hizo lo que todos hubiéramos querido hacer en algún momento de nuestra vida y nunca nos atrevimos. ¡Ir donde estaban sus héroes! Al final hay que pensar, que sus héroes estaban ahí, al lado.

¡Grande Jacobo!


viernes, 1 de abril de 2022

Zelenski y su Mochila de Muertos

Publicado en El Correo de España

La última actuación de Zelenski pasaría por ser una más de su historia, si no fuera por la cantidad de muertos que a través de su infame protagonismo va cargando en su mochila. 

Zelenski. Un gobernante que supera cualquier expectativa conocida cuando hablamos de negativa gestión, solo superada por el gobierno español, gracias a Dios en distinto escenario. Después de conseguir solo administrar la muerte de inocentes, penuria económica y daños colaterales, además de ser la más generosa herramienta de manipulación de la parte oscura de la comunidad internacional, hoy se atreve a emplazar al Putin, el tirano ruso. Situación planteada mediante la previa amenaza que pone en riesgo la decadencia del este para las próximas décadas. Conversaciones significativas. ¡Así las denomina! 

Es muy difícil conseguir llevar un hilo lógico o novelar una realidad como la que quiero exponer, ya que serían necesarias muchas horas para plasmar lo complicado de la actual situación bélica motivada por la salvaje invasión que emprendió Putin sobre Ucrania hace casi cuatro semanas. Pero podríamos empezar diciendo que prácticamente la totalidad del planeta y sobre todo Europa, vive bajo el paraguas de lo que yo denominaría La Gran Estafa. 

Los intereses económicos por otra parte lógicos que mueven los motores de la geopolítica actualmente puesta en práctica, se hacen cada día más públicos y nos reiteramos en equivocación tras error a la hora de usar la opinión pública para apoyar las propias decisiones que tomamos. El poder dirigente, y no me refiero a la pandilla de los Scholz, Draghi, Biden o Macron, ha cometido el segundo mayor error de todos los tiempos en clave, repercusión sobre el día a día de la sociedad. El primero fue La Primavera Árabe sobre lo que todavía nadie se atrevió a escribir en profundidad, ni mucho menos a contar la verdad.

Un simple inciso. Entrar en un bar o interaccionar con la gente que cualquiera tiene alrededor me produce una elevada consternación, que desaparece a la misma velocidad que llega. El sentimiento social es solo una fachada. ¿Conocemos o tenemos información de los treinta o cuarenta conflictos, cordialmente llamados guerras, que la economía mundial requiere que nos trabajemos para mantener de manera constante? A día de hoy, cualquier día del mes de marzo del año que vivimos, podría enumerar sin remitirme a ninguna fuente no menos de cincuenta guerras que son actualidad. Siria, Afganistán, Haití, el conflicto palestino, Yemen, Etiopia, República Centroafricana, Congo, Cabo Delgado y así podría seguir contando el motivo de cada uno de estos conflictos que se han llevado por delante millones y millones de muertos. Podríamos hacer especial mención por ser más conocida, la guerra en Irak o el Narcotráfico, tipificado como conflicto bélico a todos los efectos. ¿Estábamos al día? No. 

La sociedad vive ausente. Y somos claramente equiparables como conjunto general al pueblo alemán contemporáneo y valedor de los crímenes de otro dictador como Hitler. Leer a Bauman en Modernidad y Holocausto, para entender la fusión del pueblo alemán en apoyo al Führer y que cada uno saque sus conclusiones. ¡Es de segundo curso! 

Dicho esto. ¿Qué es una guerra? Una pregunta que parece fácil, pero no lo es. Vivimos educados en base a películas, series y documentales que nos cuentan las cosas de una determinada manera. Una forma que no ayuda a entender dos premisas básicas que tenemos que comprender. Una guerra es la mayor catástrofe que puede sufrir un pueblo y la brutal paradoja que se forma a esa idea, pasa por que las guerras son necesarias y no pretendo abrir un debate incomprensible para lo amplio de la sociedad. 

Mi vecino, mi padre, mi hijo, mi amigo, mis gatos y ovejas. Todos tienen las mismas dudas. ¿Por qué a la vez que negocian ucranianos y rusos, se producen los peores bombardeos? ¿Por qué Putin quiere invadir Ucrania? ¿Zelenski el mártir? ¿Por qué suben los precios? ¿Por qué no hacemos desaparecer Rusia del mapa? ¿Qué es economía de guerra?

Vivimos una de las mayores estafas de la historia de la humanidad. Estafa necesaria, fácil de explicar, pero muy difícil de entender por la acomodada sociedad que duerme sin inmutarse más de ocho horas diarias y que desconoce quién decide sobre ellos y sobre todo no conoce el verdadero sentido de la palabra sensibilidad. 

Para concluir un texto propio de alguien que busca amigos, podríamos adelantar cuando y como se producirá el final de los problemas que Zelenski está generando a su pueblo. Como cualquier guerra clásica y esta podría ser una obra de arte del Siglo de Oro de los conflictos bélicos, terminará por que ocurran dos cosas. La primera de ellas es que Ucrania esté totalmente destruida y la cifra de muertos ronde los doscientos mil, ya que la débil economía rusa podría enquistar, lejos de lo que muchos piensan el conflicto durante meses y Putin ponga sus condiciones en un maquillado tratado que hará del territorio en guerra un satélite de Moscú. La segunda es que el primer mandatario ucraniano recurra a la lógica sensibilidad intrínseca a cualquier persona y haga que cese la muerte de inocentes de ambos bandos. ¡Ya sabemos quién es Putin!

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Los Tontos del Presente

Ocurrió hace pocos días, en plena conversación alrededor de unos torreznos, anchoas y otras tres o cuatro entradas, en uno de los restaurantes de moda de Madrid.

Mira Juanan, se han juntado todos los tontos en el mismo momento. Emmanuel Macron en Francia, Scholz en Alemania y Draghi en Italia, todos ellos amparados por el gagá americano.

 

No me sorprendió el comentario que, en relación a la actualidad bélica del momento y sus consecuencias, me hizo uno de los contemporáneos ilustres de este país, ejemplo a seguir para cualquier hombre que se precie y quizás escritor por encima de todas las cosas.

 

¡Ni yo, con mi gran capacidad intelectual habría sido capaz de describir mejor la situación geopolítica mundial! Ni qué decir tiene, que para nada eché de menos el nombre de Antonio, en ese recorrido por los presidentes más significativos de La Vieja Europa. ¡Simple aclaración!

 

¿Qué significa estar gobernados por tontos? Podríamos describir esta situación, como la típica pescadilla que se muerde la cola. Tener un conjunto de tontos como primeros espadas, implica indirectamente, vivir un derecho de pernada siempre vigente en cuanto a la información que recibe la ciudadanía y por tanto, la absoluta manipulación a través de ella. ¡Creo que es fácil de entender!

 

Un dirigente tonto no sabe aplicar los términos, lógica, serenidad, pausa o empatía, mesura, prudencia o sensibilidad, ni sabe o mejor dicho, desconoce en su totalidad la milenaria técnica oratoria con la que se llega a diferentes acuerdos entre tontos y segundos, para el bien de terceros.

 

La clase política actual y salvo excepciones, ha confirmado la exagerada y probada ineptitud que muchos ya teníamos claro profesaban, a través de negligencia tras negligencia en cualquier cuestión a plantear y desde cualquier lugar del planeta.

 

Uno de los ejemplos más severos, por las víctimas que arrastra la situación, es el conflicto bélico por algunos llamado guerra e invasión por otros, que se está produciendo en Ucrania, aunque también podríamos tomar y hacer seguimiento a cualquier problema doméstico, que en España podría ser la reciente huelga de transporte; o en América, el bofetón que del señor Smith recibe sin importar el porqué, un payaso de color negro y pagado para hacer más absurda todavía, una ceremonia de entrega de premios concertados y politizados.

 

Recurro a Hollywood, porque los políticos son como los actores, sean estos blancos o negros, pero con una diferencia y es que de unos solo elegimos ver sus películas. A cuántos de estos catedráticos recordamos interpretando la propia autoproclamación de abanderados de la paz en el mundo, sin saber nada de geopolítica internacional, macroeconomía por ponerlo más fácil, antropología, religión, terrorismo, derecho o cualquiera de esas ciencias que, como conjunto de factores, influyen a tal efecto en las típicas escaladas de violencia, ya sean estas entre países, vengan de asesinos vascos, yihadistas o zombis desesperados. ¡Paletos!

 

Volviendo a interpretar el momento que vivimos y si tuviéramos que seleccionar de entre todos el más tonto de los actuales dirigentes, por olvidarnos de los actores y sacando a Antonio del concurso para no perder el espíritu competitivo, seguiría quedándome con el líder ucraniano y eso que según parece, podría haber evolucionado un poquito en lo que a cociente intelectual se refiere y estar pensando en parar los crímenes de Putin, el sátrapa comunista.

 

En definitiva: No nos pasan más cosas porque algo ahí fuera se debe de dedicar a protegernos. Pero no me digáis que la humanidad no merece la extinción, después de pasarse una temporadita en el rincón de pensar. Por cierto, ni qué decir tiene que me siento totalmente ajeno a esta bendita humanidad.


Publicado en El Correo de España



 

sábado, 16 de octubre de 2021

¡Gracias, Don Manuel!


¡Ha pasado otra vez! Hoy no era un sábado cualquiera. Esta jodida intuición que a veces se acuerda todavía de mí, me habló esta mañana y en el tono que habitualmente usa, me anticipó lo que iba a suceder.

Hoy podía haber sido un día normal. Rabito tirado en la cama, la Kiti haciendo la vida imposible a la Pitusina y esta, meando en cualquier sitio menos en el destinado a dicho menester. Podría haber sido una tarde cualquiera, de las que me paso incrementando mi patrimonio a costa de cualquier torpe casa de apuestas, que todavía no han entendido que fallan los futbolistas, pero no las matemáticas.

Faltaban diez minutos para las nueve de la noche. Solo había una persona tirando cerveza, llenando cubos de palomitas y poniendo mezcladitos. Mascarillas de oreja a oreja, una fila de gente esperaba delante de mí. Hacía unos segundos que se había dejado de oír la voz de Robert Halford y el silencio absoluto era una realidad. Todo iba a empezar. El padrino como siempre, de bares.

Pasaba algún minuto de las nueve de la noche y las luces del teatro se apagaron. La música empezó a sonar. De menos a más y sin ninguna improvisación, una de tantas, otra puesta en escena más, el principio de cualquier concierto de uno de los grupos más importantes que ha dado la música de este país, hoy en Arganda del Rey.

No tengo que decir quien es Paco Ventura, con todos los respetos hacia los demás, el mejor guitarrista de este país, con un nivel que está muy encima de la mayoría de americanos que pueblan el top cien de la historia. Al fondo y rodeado de teclas, Manuel Ibañez. Europa también se le ha quedado pequeña, pero se hace muy grande sobre cualquier escenario y no necesita ninguna de mis palabras, porque además y ellos saben el motivo, hoy no me queda más remedio que hacer mi pequeño homenaje a alguien muy especial para mí, que demostró que hay cosas que se hacen para a través de ellas, llegar al cielo, tocarlo y bajar otra vez a esta mierda de mundo en el que vivimos.

La humildad es un recurso inventado por los mediocres para justificar sus carencias. No soy humilde. Si lo fuera no me podría mirar a un espejo, ni me podría decir a mí mismo, eres el mejor en lo que haces. ¡Siempre lo fuiste!

Hoy recibí un gran bofetón. Un violento y fuerte golpe, de esos que la mayoría de las personas nunca reciben y que por su envergadura, incluso los prepotentes de mierda como yo, tampoco disfrutamos.

Hoy me demostraron que cuando consigues ser el mejor en algo, todavía cabe la posibilidad de subir otro escalón y como refería antes, tocar la mano de Dios para más tarde volver a estar entre los humanos.

Me contaron que existe un amor tan antinaturalmente especial y único, que no importa absolutamente nada más que el propio amor. ¡Así de sencillo! Un amor que solo se puede sentir desde el alma más blanca, limpia y pura que podamos conocer.

Hace años que salí a palos con Dios. Dios existe, pero tengo mis motivos para no querer saber nada de él y espero no volver a cruzármelo nunca más. Con esto quiero decir, que en el día de hoy no atravieso la puerta de ninguna iglesia como tal, aunque haya tenido que penetrar en la edificación que la alberga.

Con esto quiero decir, que estoy muy lejos de pensar como Manuel Summers, porque incluso en ciertos momentos podría yo mismo haber sido la peor persona que he conocido, hasta el punto que no creo que hubiera un corazón más negro.

Hoy no tenía que haber salido de casa. Tenía que haberme enclaustrado en el opio habitual y terminar sintiéndome pegado al techo, en ese estado de bienestar que a veces me asusta. ¡Pero salí! Salí y canté, salí y reí, salí y me metí en el espectáculo que tenía programado para hoy, como casi siempre en primera fila en el día que menos protagonista de nada era, donde se olvidó hasta la foto del revés habitual.

¡Salí y lloré! Hoy asistí a un concierto de Medina Azahara. A nadie le importa el por qué no era un concierto normal, en un día anormal. Pero después de todo lo que va a quedar plasmado en este grandioso, porque lo he hecho yo, texto, tengo que terminar diciendo algo.

Hoy dormiré volviendo a pensar en Dios. Y fuera de cualquier metáfora que cualquier imbécil quiera entender que uso, dormiré un poco más feliz y pensando en él. A la vez que llorando un poco más de lo que ya lloré en la butaca once de la primera fila del Casablanca. Pensaré en Dios porque hoy me has hecho volver a creer, porque entiendo que no he tenido tanta suerte como para conocer a alguien con un corazón tan grande y con tanta fuerza, que solo podría equipar a ese del que un día me olvidé.

¡Por tanto, Dios volverá a mi vida!

¡Gracias, Don Manuel!

viernes, 2 de julio de 2021

El Mayor Error. Equivocarse de Enemigo

Mucho me acordé estos días del poeta supremo. Quizás por entender que no todo el mundo podría represantar con una sola obra, la transición del pensamiento medieval al renacentista. Una obra complicada que solo admite una interpretación, a la que después de setecientos años, posiblemente nadie haya sido capaz de llegar o para ser más exactos, nadie ha sabido acercarse al sentimiento del florentino.

El conocimiento no se encuentra en los libros ya que solamente está en algunas lecturas de algunos de esos libros. Es muy dificil que hoy en día, alguien recurra a Dante con el fin de comparar momentos, transiciones o lo que es más comprensible y usando la perspectiva como recurso, ese punto de fuga en el que convergen  nuestras ideas, esas que empiezan a escribir nuestro futuro a partir de momentos en el que precisamente todo toma otro camino.

El sabio lo es, dependiendo de con quien se compare y por tanto, un conocido orate puede ser catalogado de erudito.

Cambia el momento, cambia el estatus, pero seguimos siendo los mismos. Pasarán setencientos años y todos seguiremos siendo el mismo sabio para muchos y el tonto para los otros. El problema no es propio, sino que simplemente casi nadie sabe detectar al genio que podemos llevar dentro, desde ese primer momento y solo en el caso de que este ahí. 

La única verdad es que aquella comedia divina, fue un ajuste de cuentas contra aquellos que un día cometieron el error de tratar mal al autor del libro más importante de la historía de la humanidad. Un libro que seguirá incompleto el resto de la eternidad y que empezó a escribirse mil trescientos años antes de su publicación. ¿Por qué será? Empezaremos a buscar el perito adecuado.