jueves, 6 de noviembre de 2014

Incompetencia socialista en Madrid

Campana sobre campana y sobre campana una. Como un villancico entonado a destiempo, una y otra vez, se escuchan voces que emulan esos replicantes sonidos sin saber absolutamente nada de lo que está pasando.

Hoy se publica que Beatriz Talegón es acusada por Izquierda Socialista de impulsar la campaña contra Tómas Gómez Franco a la Comunidad de Madrid.

La Presidenta de Foro Ético y Pérez Tapias no son bien vistos por Izquierda Socialista y, a su vez, se están generando nuevos grupos para luchar contra el nefasto, caótico e impresentable antecesor de Fraile en el Ayuntamiento de Parla.

Cada día me cuesta más quitarme de la cabeza que los socialistas madrileños son un poco más tontos que la media nacional. Las ansias de poder y las ganas de participar del mismo están haciendo que sean incapaces de aunar fuerzas y, sin más, echar del terreno político a lo que ya hoy en día podríamos denominar “caricatura”, refiriéndonos a Tomás Gómez.

Todos queremos que Gómez desaparezca y, los que todavía le soportan, lo hacen por intereses personales dentro de lo que supone una convicción de que con este tipo de candidatos el socialismo en Madrid desaparecerá.

Socialismo Abierto es un nuevo movimiento generado desde la cúpula nacional del Partido Socialista con un cometido concreto, conciso y claro. Este nuevo conjunto al que ya se han adherido numerosos secretarios generales y del que participan compañeros de más de 50 agrupaciones, que está creciendo sin pudor, es el que definitivamente mandará a su casa al que fuera el alcalde más votado del país.

Hay quien disfruta del juego político e, incluso, hay quien hace de ello su vida. Nunca podríamos imaginar un grupo político sin guerras internas, porque son esas guerras las que procuran el suelo de muchos. La gran vergüenza es la falta de personalidad que demostramos cuando no aprovechamos los comicios pertinentes para, de forma legal, poner al más querido entre los electores. Lejos de ello, solo usamos el trapicheo y la mentira para llegar a supuestos acuerdos, que más tarde serán rotos en virtud de la mentira que nos proporcione “lo mío”.

Si bien es cierto que a Tomás Gómez no le quieren ni en su casa, también es cierto que vivimos unos tiempos de crisis en que se mata por el pan de cada día. Existen familias enteras de politiquillos, a los que no podríamos meter ni en el saco de las personas, que van a matar por el puesto que tienen. Concejales que nos saben leer, secretarios generales que hartos de comer tocino lo que mejor tienen es el físico o ex primeras espadas que se tienen que llevar los cuatro o cinco mil euros para casa porque no saben hacer una simple “o” con un canuto.

Estos son los que soportan a este, para mí, defensor de sus intereses sin más que se llama Tomás Gómez Franco. Su falta de sensibilidad podría ser metafóricamente equiparada a la falta de empatía que alberga un psicópata en su mente.

Desde aquí un mensaje a Beatriz Talegón, Martín Rojas, Pérez Tapias, César Giner, Cepedas, Aceras, Montoyas, Robles y demás ex compañeros:

El perfil psicológico de Gómez es de libro y no tiene complejo alguno. Sus acciones son previsibles y está rodeado en su mayoría de un personal manipulable y sin ideas propias que vive a la inercia del Jefe. Echar a Gómez de Madrid es como quitarle un caramelo a un niño en la puerta de un colegio. ¿Sois tan sumamente torpes que solo pensáis en vuestros intereses personales sin ver más allá? 

Cada día me alejo más de vosotros. Terminaré militando en el Partido Popular o,  incluso, podría ser capaz de hacer las paces con los bolcheviques a ver si desde fuera soy capaz de haceros el trabajo que sois incapaces de llevar a cabo.

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