jueves, 29 de marzo de 2018

DIOS


Dios es la marca más falsa de la historia de la humanidad y la vez, la más necesaria e imprescindible desde el principio de los tiempos.

A través de la ciencia podemos demostrar el nacimiento de todo. Fueron miles de millones de años los que las células necesitaron para organizándose en grupos, a partir de los cuales y poco a poco irse transformando en animales complejos. Al principio, invertebrados en forma de gusano, para finalmente dar paso a todo lo que hoy en día conocemos. Anteriormente a eso, una inmensa concentración de materia, había dado lugar al universo. ¿Y antes?

Hace mucho tiempo, que la evolución mental del ser humano nos ha permitido llegar a un punto, donde cualquier creacionista, salvo el poeta, está fuera de lugar. ¿Pero podríamos atrevernos a decir que Dios no existe? ¿Miles de años de fútiles creencias aniquiladas de un plumazo? Quizás todo sea más complicado de lo que parece. ¿Podemos realmente explicar todo lo que pasa a nuestro alrededor?
Somos imbéciles hasta la exageración. Necesitamos creer en milagros y dar permanentemente gracias a un Dios, que como he dicho muchas veces, prefiero pensar que no existe por la cantidad de delitos que sería capaz de atribuirle si le tuviera delante.

¿Quién es Dios? Nos hemos pasado siglos, argumentando la existencia de un ser superior, inventando cuestiones metafísicas, antropológicas y sobre todo mucho empirismo, pues no podría justificarse de ninguna otra manera, una creencia en algo que nunca vemos, jamás podremos tocar y sin embargo, ahí está. La naturaleza, el origen de todo a través de la teoría del conocimiento y como fondo, un ser magnánimo y maravilloso, al que llamamos Dios y que ha participado en la creación de todas las cosas. ¿Locura?

Hace millones de años había una célula y hoy me siento ante un ordenador portátil para escribir toda esta retahíla que no sirve de nada. Justificar y explicar ese hecho, que no es ni más ni menos, una manera de describir la evolución, requiere dependiendo de la capacidad intelectual de las personas, una salida que más o menos nos deje convencidos, y por esa simpleza, Dios existe.

Y no quiero entrar en el Dios, más lucrativo negocio de la historia del mundo. No quiero hablar de las sistemáticas estafas que a su sombra se han producido, desde el inicio de los tiempos, manipulación, riqueza y poder. Porque Dios es algo tan grande, que no hay nadie en el mundo ni existe ninguna poderosa idea capaz de desmontarlo y a la vez, está científicamente desvirtuado.

Matamos por Dios, levantamos grandes edificios en el nombre de Dios, Dios está dentro de todos nosotros, en la música, en la calle, en una mariposa o en cualquier lobo. Pero la realidad es que Dios no existe. Después de eso, ¿de qué no es capaz el ser humano?.

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