martes, 28 de abril de 2015

Belén Esteban y las Putas de Cartagena

Belén Esteban rompe con su novio tras conocer que éste le había sido infiel con una compañera de trabajo. Y aunque a muchos nos parezca mentira y nos importe un cojón, esta noticia nos llega a través de la portada de cualquier medio de edición digital. Al lado de ese titular que incluye fotografía, se encuentra la información sobre la detención del que fuera ministro, Maduro acusando a España de apoyar el terrorismo o el adiós de Griñán, del que yo digo es otro sinvergüenza que, sin duda alguna, será imputado en breve por el caso de los ERE.
Pensando un poco de Rato, podemos llegar a la conclusión de que todas esas noticias y algunas más tienen un denominador común. Este nexo viene dado por el país de corrupción y pandereta en el que no nos hemos convertido sino que siempre fuimos.
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos se ha enterado que agentes de la Agencia Antidroga habían participado entre 2005 y 2008 en fiestas a las que asistieron prostitutas financiadas por el narcotráfico. Corto me parece el tiempo en el que el informe admite que se realizaron esas fiestas de habitual costumbre que siempre han existido y tampoco me parece importante el problema generado porque hayan sido pagadas por dinero de los narcos. En definitiva, puedo poner la mano en el fuego por que ninguno de los funcionarios americanos sabía quién pagaba y estoy seguro de que su única preocupación era no hacer el ridículo con tanta puta.
Lo mejor de todo es que a raíz de este informe, Michele Leonhart abandonará su cargo. La prensa nos cuenta con detalle todo lo que sabe o se imagina sobre esas fiestas, pero lo cierto es que la carrera profesional y la eficiencia demostrada por Michele no justifican de ninguna manera esa dimisión forzada. Si además pensamos que ocupó el cargo cuando ya se habían producido casi en su totalidad los hechos que se concretan en ese informe, estaríamos ante un sacrificio inútil de alguien que ha contribuido notablemente a la seguridad no solo del país que la paga.
Todo esto contrasta con lo que pasa en España. Aquí cualquier político puede cometer prevaricatos, cohechos, alzamientos o directamente puede cobrar estratosféricas comisiones ilegales sin que pase absolutamente nada.
Por otra parte, me gustaría que alguien me dijera que nueve de cada diez políticos de este país no han frecuentado tugurios de mejor o peor suerte o postín  con la precaución, eso sí, de colocar su cartera en el bolsillo delantero del pantalón y sin sacarla para abonar los servicios prestados en ningún momento.
Todo esto y muchas cosas más serán comentadas por estos tertulianos que cobran por invadir los medios sin saber absolutamente nada de lo que dicen y, en el mejor de los casos, inventando suposiciones más o menos acertadas para posteriormente dar sus opiniones que a nadie le importan por ser ridículas en su mayoría. Ridículas desde cualquier visión especializada del tema expuesto.
Estoy deseando escuchar cómo Michele acertó con su dimisión y Belén Esteban ha hecho lo correcto a la vez que los expertos en psicología nos explican, desde su amplio conocimiento, el crimen del instituto de Barcelona o una especialista en violencia escolar traduce los hechos en un idioma que no entiendo aseverando que tenemos el yihaidismo a las puertas de los colegios.
Terminaré yéndome de este país y seguramente me pasearé por las calles de Barranquilla o Buenaventura, pasando por Medellín o Bogotá que parece que es donde me lo pasaré mejor ahora que no ostento ningún cargo de responsabilidad y las putas son gratis.

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