En España se pasa Hambre
Parece que esta afirmación se oculta tras la opacidad de las privilegiadas mentes del actual gobierno. Desde la prepotencia que da el poder y el dinero es fácil desconocer y obviar las características de cada estrato social que actualmente conviven en nuestro país.
Resulta paradójico que los dirigentes de un país nieguen las evidencias en vez de preocuparse por ellas. Escucho a los políticos hablar de ciudadanos y nunca escucho la palabra personas. ¿Cuál es la diferencia?
Para mí esta muy clara. Los ciudadanos somos el mayor o menor número que entra en una hoja de cálculo que posteriormente arrojará datos negativos que llevaran a diagnosticar enfermedades económicas. Estas patologías se curan siempre con rebaja de sueldos y subidas de impuestos. El enfermo es el ciudadano impersonal que se agrupa en millones y millones y que no tiene cara, ni voz y ni tan siquiera voto.
Las personas somos los que lloramos, los que sufrimos y los que no podemos dar de comer a nuestros hijos por culpa de un Fondo Monetario o de un Consejo de Ministros que obvia la pena y el dolor y que solo se preocupa de engordar sus cuerpos y sus cuentas bancarias.
Los ciudadanos hacemos las estadísticas. Como personas formamos parte del conjunto de fardos en paro y sin medios de los cuales nadie se acordará ni pensará en ellos ni en el más profundo de sus sueños.
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