martes, 12 de marzo de 2013

ISMAEL ÁLVAREZ Y EL VACÍO


Ningún individuo condenado por un delito de acoso sexual podrá formar parte de ninguna candidatura electoral.

Mal estamos cuando un vacío legal es regulado por la ética social. Se producen vacíos morales cuando, frente a la falta de norma colectiva como solución reglada y general, obtenemos una ecuación con varias soluciones.

Ismael Álvarez maltrató, humilló y despreció a Nevenka Fernández dentro de un entorno laboral. Con cuatro duros, e imagino que algún fin de semana de arresto domiciliario, condonó su delito. El sistema judicial de acuerdo a la ley no encontró motivos para inhabilitarle en el ejercicio de cargo público.

Álvarez es paranoico e insensible. Posee una personalidad distorsionada y carece de empatía en su actividad social. Quien le conoce, habla de él como una persona agresiva, inmadura y carente de conciencia para controlar sus impulsos.

Con todo y con ello, este “carismático” individuo de comportamientos adolescentes, que psicológicamente experimenta de forma constante con sus congéneres, consiguió cinco concejales como portavoz de Independientes Agrupados de Ponferrada.

Muchas veces he hablado de la incultura electoral de la que parece hacer gala un sector de la población. Esa incapacidad de razonar para decidir desde la libertad, en este caso política, que ostentan muchos ciudadanos, consiente que los escaños estén llenos de cómicos transgresores, delincuentes habituales y de muchos depravados sexuales que usan la política para conseguir relaciones gratuitas, que serían imposibles en virtud de sus malolientes espíritus.

Ismael Álvarez tenía dos posibles vías para acceder a cierto tipo de mujer: pagando o forzando. Seguro que ha pagado muchas veces por someter cuerpos a los que no podría acceder por herencia genética, pero esta vez optó por la manipulación psicológica del poderoso, cobarde y baboso. Sin embargo, es curioso que, en esos primeros momentos, el delincuente fue apoyado por el entorno social y la víctima sufrió un linchamiento mediático y social, incluso desde su propio partido, ya que, por ejemplo, Ana Botella, apoyo públicamente al acosador.

La clave está en los vacíos jurídicos que la consecución de algunos hechos deja al descubierto. En este caso también habría servido coger un cordel y atarlo alrededor del escroto de Ismael Álvarez, lanzando al vacío una pesa de diez kilos anudada al otro extremo. 



1 comentario:

  1. Es verdad, que dan asco esta especie de tíos cada vez mas afincados en la clase política en general

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