martes, 29 de mayo de 2018

Vic. Terrorismo Catalán


Imagen relacionada

El independentismo catalán es sinónimo de terrorismo vasco y para poder entender este planteamiento, que a bote pronto podría parecer demasiado radical, solo tenemos que reflexionar sobre algunos hechos.

Uno de estos sucesos, es el atentado terrorista acontecido el día 29 de mayo de 1991 en la antigua Casa Cuartel de la Guardia Civil de Vic, situada en el número dos de la calle Andreu Ferbrer.

Más de doscientos kilos de amonal hicieron explosión dentro de un vehículo que el Comando Barcelona había deslizado por la rampa que daba al patio. Un patio en el que se encontraban jugando los hijos de los guardias civiles allí destinados. Colindando con el cuartel, se encontraba el colegio del Sagrado Corazón. A las siete de la tarde, momento de la explosión, se encontraban en él unos sesenta niños que habían terminado con sus clases. El atentado mató a diez personas y dejó casi sesenta heridos, entre los que se encontraba una niña de ocho años a la que hubo que amputar la pierna.

Todo eso se consiguió con un explosivo de origen militar, el más barato existente, fácil de manejar y más dañino al alcance de cualquiera. Amonal en su versión 67/22/11, la todavía más moderna y actual, con una velocidad de detonación que supera los seis mil metros en su primer segundo.

Dicho esto, como algo necesario para centrar lo que significa este atentado en particular, ya que la mayoría de la gente no piensa en ninguno de ellos ni un solo día, ni recuerda jamás a ninguna víctima del terrorismo vasco, hay que decir que los autores de esta masacre fueron tres.

Erezuma, miembro de ETA desde el final de la década de los ochenta. Zubieta, sobre el que tengo dudas, según informes de interior podría haber  formado parte del Comando Nafarroa y que por la Doctrina Parot se encuentra actualmente en libertad después de haber pasado poco más de veinte años en prisión.  Y por último y al que quiero dar mayor protagonismo, el gracias a Dios difunto, Juan Carlos Monteagudo.

Monteagudo dejo el terrorismo catalán para convertirse en el organizador del Comando Barcelona. Precursor de las nuevas ideas de la época, que pasaban por atentar de la manera más cobarde posible contra los hijos y familiares de la Guardia Civil que vivían en las Casa Cuartel de la época, iba camino de convertirse en uno de los asesinos más sanguinarios que la organización terrorista hubiera tenido nunca, equiparable a Inés del Rio, Troitiño o a su mismo compañero de Comando, Zubieta.

Monteagudo es un héroe para los independentistas actuales, un mito que los comités de defensa catalanes ponen como ejemplo de superación. En realidad era un delincuente valenciano que después de formar parte de grupos armados anarquistas, que usaban la excusa política para enriquecerse mediante el atraco a bancos, tuvo que huir a Francia desde donde contactó con el terrorismo catalán. Un valenciano listo y sin escrúpulos, que llegó a ser el principal dirigente de Terra Lliure, hasta que en 1985 vendió a toda su cúpula, cuando esta planteaba dejar la lucha, volviendo a huir para integrarse en ETA.

Un valenciano asesino de niños catalanes, héroe del movimiento secesionista. ¡Chapó!


1 comentario:

  1. Por Dios! Y esto lo saben los catalanes de todos los colores?
    Pena me da.

    ResponderEliminar