martes, 25 de diciembre de 2012

EN LA PIEL DE TOMÁS GOMEZ FRANCO. INVICTUS.



Los días veinticinco de diciembre son raros. Son días de descanso, todo o casi todo esta cerrado y nos dedicamos a no hacer nada. Por ponerme yo mismo de ejemplo, hoy me lo he pasado leyendo las faenas de un personaje histórico de la antigüedad y hasta en algún momento se me ocurrió quitarme la plancha. Son días peligrosos para el psique, ese que según los griegos nos mantiene vivos y que vuela en el momento de morir. Tengo claro que el tiempo que se dedica a pensar sin un principio encaminado, puede terminar haciendo hasta que nos arrepintamos de decisiones de momentos pasados o en algunos casos, muy pasados.

En el bien entendido aburrimiento me he puesto a jugar conmigo mismo y a imaginarme en el alma de supuestos individuos y que hubiera hecho yo en ciertos momentos. Así por ejemplo me he puesto en la piel del Jerjes en alguna de sus épocas, me acorde de Plutarco y de Spinoza, pasaron por mi cabeza, Diderot y Enrique VIII y alguno más con los que he pasado el rato.

Cuando estaba con Saloth Sar, en la Sexta Noticias informaron sobre la entrevista que Pepe Griñan ha dado para SER Sevilla y en ese momento me he acordado de Tomás Gómez Franco. La verdad es que comparar a mitos históricos, héroes o villanos con este individuo no tiene ningún sentido, sino fuera por su papel en INVICTUS, pero por desgracia y en contra de mi voto, es el Secretario General del Partido Socialista en Madrid e INVICTUS o no INVICTUS me gusta acordarme de él. Se lo merece. 

He pensado que haría en las próximas semanas si fuera Tomás Gómez Franco. Me he puesto en la piel de este Secretario General y he entrado en trance. En ese trance de soberbia y el egocentrismo que necesitaba para asumir esa personalidad que soporté dos minutos, decidí:

Hacer una reunión de urgencia y destinar los esfuerzos a que algún sicario o traidor de los bajos fondos, redactara un manifiesto que ya veré si luego firmo o no, pero que ataque directamente a la persona de Alfredo Pérez Rubalcaba, y que pida su cabeza, aunque sea en contra de todos los demás secretarios socialistas. Que ya lo firmara la ya consabida panda de frikis que me siguen.

Empieza Alicia en el País de las Maravillas y no la he visto.


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