jueves, 26 de diciembre de 2019

El Buscador de Tesoros


Querido Hermano:

Cuando alguien no tiene nada que aportar, es mejor que se mantenga callado. Este principio que parece tan fácil de entender, es una de las cosas que más me cuesta enseñar a las personas que me rodean y que viven en entornos en donde la prepotencia y la carencia total de humildad brillan, no precisamente por su ausencia. ¡Humildad, bendito tesoro!

Aparentar lo que no sois, enmascarar vuestras frustraciones en proyectos infundados que lo único que generan es la pérdida total de credibilidad y os sube al pódium de los ridículos, siendo este el único sitio donde podéis pelear por ese puesto de honor, es vuestra proeza diaria.

Hoy no tocaba escribir, ni mucho menos era el día que me tenía que poner a caminar en la noche a buscar esa soledad que a veces tanto necesito y que me ayuda a pensar de otra manera, a pensar diferente, para  llegar a conclusiones que realmente asustan, entremezclando pasado, presente y futuro. Mi pasado, mi presente y mi futuro.  Pero algo pasó, algo leí, algo me hizo pensar. Una excepción, precisamente una ilusión y un deseo. Algo que merece quedar plasmado para siempre en algún sitio, una de las cosas más bonitas que el ser humano puede consentirse hacer, que no cuesta dinero y que solo demuestra lo infinitamente importantes que podemos llegar a ser, hasta un punto en que solo con el pensamiento de una persona,  la humanidad puede seguir dando pasos de gigante.

Prometer lo imposible puede parecer algo de locos. Y para cualquiera de aquellos de los que hablaba antes, así es. Pero lo tangible, lo que se puede tocar, lo cuantificable que queda fuera del sentimiento no es el motor que mueve la tierra que pisamos. De hecho, el mundo es de unos cuantos locos y desde ese estado de enajenación permanente de la que no muchos pueden presumir, es desde el único lugar desde donde se puede conseguir absolutamente todo. ¡Si las cosas te preocupan, jamás llegarás a ningún sitio! ¡Si toda tu base es la educación y el saber estar, nunca serás simplemente genial!

Prometiste encontrar la solución a algo que queda fuera de tu alcance. Te comprometiste a ser más fuerte que miles de años de evolución que nos han traído hasta aquí y a conseguir cambiar el todo, para que esa persona que te trajo al mundo, volviera a vivir como antes. ¿Prometiste en falso? Nada más lejos de la realidad.

La memoria es un tesoro. Un tesoro que a veces y en un momento de nuestra vida tenemos que guardar en un lugar tan profundo, que ni nosotros mismos somos capaces de volver a encontrar. Y nunca olvides, que existen algunas enfermedades que no se curan con médicos ni medicinas, ya que solo mejoran con el  amor que derrochan personas como tú, que se convierten en buscadores de tesoros imposibles de encontrar y que son capaces de dejarse la vida en ello.

¿Entiendes ahora, el motivo por el cual no eres capaz de prestar toda tu atención a algo? Yo lo entendí hace muchos años. Y es que realmente hay pocas cosas que requieran de toda nuestra atención. ¡Felicidades!


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