jueves, 3 de abril de 2014

Royal Navy VS Servicio Marítimo de la Guardia Civil. Gibraltar Español

Siempre nos han contado que desde Carlos I en adelante, y entre prudentes y piadosos, se dilapidó aquel vasto imperio que un día formaba parte del territorio español. Todo el mundo sabe que por culpa del más tonto de los Habsburgo, que hasta después de muerto se implicaba en problemas, se cedió el Monte Calpe a los británicos y aunque posteriormente a finales del mismo siglo estuvimos a punto de recuperarlo, hasta la fecha y entodavía, un territorio que forma parte de la Península Ibérica sigue siendo británico.

Fenicios, romanos, visigodos y musulmanes pasaron para no quedarse por la zona más meridional del hoy territorio español y fueron necesarios veinte mil soldados ingleses y doscientos mil kilos de plomo para derrotar en 1704 a quinientos españoles que comandaba Don Diego Salinas. Perdimos Gibraltar debido a que los británicos, especialistas en anteponer intereses a moralidad, aprovecharon un momento de descuido para, con dos cojones, quedarse con lo que no era suyo.

Qué prudencia y moralidad podemos esperar de un país donde el futuro aspirante al trono que será rey como Jorge VII si su defunción no lo remedia, desea con toda su alma, palabras textuales: ¡Ser arrojado a la taza del váter dando vueltas en el agua sin hundirme nunca! Al menos el Rey de España mata elefantes y se junta con monas maduritas a la vez que soporta al sinvergüenza del Urdangarín.

Viñetas en la historia destacan la personalidad del caballero y del político inglés. La lectura de la historia de este imperio nos deja muestras de su más que carente compromiso social y humano con el resto del mundo.

Clamando al cielo, ejemplos como el de John Locke que fue uno de los máximos culpables de la compra venta de esclavos al frente de la Royal Africa Company. Curioso que en su país representa el liberalismo como paradigma de la libertad.

Irlanda, Escocia, Argentina, Egipto, Tonga, Mauricio, Chipre, Malta y cientos, diría yo, de reiteradas y repetitivas invasiones, definen el egoísmo de la personalidad y frialdad de estos siempre holligans estudiantes de secundaria que después de cientos de miles de años siguen sin crecer.

Y qué decir de las gestiones de los de Vauxhall Cross, aprendices de mi amigo Rolland. ¿Un heredero al trono de Inglaterra de origen musulmán? Mis más profundas felicitaciones.

Describir la sociedad inglesa no es fácil. Hipócritas interesados hasta la enfermedad podrían formar parte de cualquier estudio para determinar qué es lo que no hay que hacer y cuáles son los principios contrarios a una noble condición humana.

Para el SEMAR y en contra de cualquier autoritarismo ejercido desde el poder de la fuerza. Porque somos españoles y defendemos nuestros barcos de gilipollas.




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