viernes, 20 de mayo de 2011

CAMPAÑA A GOLPE DE CLICK

Se acabó.

El voto esta decidido y algunos lo tenemos claro desde hace años. Las campañas institucionales pasan de largo para algunos, en el sentido de modificar cualquier aspecto de nuestro pensamiento político.

El camino recorrido para llegar al 22M ha sido largo en todos los partidos. Unas primarias en la izquierda es quizás lo mas destacado y la mala suerte de la candidata de la derecha, Esperanza Aguirre, al serle diagnosticado un carcinoma, podría ser otro de los detalles que han interferido en el procedimiento que toca a su fin.

Hemos visto una evolución en la forma de hacer campaña, pudiendo estudiar los aciertos y errores de esos “brainstorming” que se han convertido en un bis a bis entre candidatos y a veces una única persona de confianza. Lejos quedaron aquellas reuniones casi multitudinarias donde desde la común de las ideologías surgía esa tormenta que daba al fin un programa concluyente.

Fenómeno “El click de una cámara fotográfica”

En esta campaña tenemos novedades dignas de mención. He llegado a pensar y así lo he comentado con alguno de los más fotografiados, que el futuro político de algunas personas es directamente proporcional a la cantidad de instantáneas que han recogido en sus cámaras a lo largo de estos días.

Cada noche, prospectos destinados al fracaso, duermen con la esperanza de haber hecho la pelota lo suficiente para que desde el poder se les dé un puesto de ayudante del escribiente del secretario de algún diputado y esa creencia que les aporta sosiego, viene dada por este fenómeno.

Hay un segundo fenómeno para el que no he encontrado nombre. Es ese proceso de destrucción del contrario dentro del propio partido. Entiendo que es una pena que Esperanza Aguirre o Tomás Gómez, no dispongan de cuatrocientos puestos en sus listas para tener contentos a un porcentaje importante de seguidores. Pero de ahí viene este segundo problema. He conocido personas que después de años en una relación de amistad, hoy no se hablan tras este subproceso. Mientras los candidatos y los pendientes electos hacen su trabajo, estos especimenes normalmente de figura grotesca han dilapidado sus amistades en forma de críticas permanentes y amenazas a veces directas entre ellos. ¿Esos son nuestros futuros políticos?

Muchas veces me acuerdo de otros tiempos donde se buscaba el voto con inteligencia. Había seguidores más que enfervorizados por unas siglas. Hoy disponemos de algo así como grupos de domingueros con tiempo para criticar, difamar, deshonrar y con ello no demostrar ni la más mínima lealtad al candidato de turno y menos al partido del que dicen son militantes o simpatizantes.

Yo voy a votar al Partido Socialista Obrero Español y mi ventaja es que me da igual el candidato que en ese momento este en la cúspide. Llegó y pasó, está y pasará y otro habrá en su lugar y así sucesivamente y yo siempre seré socialista por encima de todo.

Me alegra que la cada vez más radical derecha que existe en nuestro país, funcione por esos fueros. Pero me entristece el proceso que hemos llevado en las bases de nuestro partido y sin generalizar pienso que hay algunos enseres con nombre y apellidos que deberían dedicarse a correr en sentido contrario al epicentro político pues son dañinos en sí mismos. Cuando eso pase, avanzaremos con menos trabas hacia un resultado más que positivo.

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