viernes, 29 de abril de 2011

A la segunda Guinness. ¿Por qué hay tanto gilipollas?

El objetivo más emocionante del AMS es explorar lo desconocido: 

Buscar fenómenos que existen en la naturaleza que ni siquiera hemos sido capaces de imaginar o que no teníamos forma de detectar.

... y un espectrómetro es un aparato. Digamos que mide movimientos. Longitud de onda en forma de intensidad de luz, magnetismos, composiciones químicas, e innumerables magnitudes.

En concreto, el segundo espectrómetro magnético alfa, el famoso AMS-02 es un instrumento propio del mismísimo futuro, que generando un campo magnético de más de cinco mil veces el terrestre, se emplea para estudiar algo muy simple. La antimateria. Para eso se ha formado una especie de consorcio internacional del que Samuel Ting es coordinador, además de autor de la cita expuesta al principio del texto.


Un compromiso internacional dirigido por el Nobel de física, los mejores institutos científicos de los dieciséis países más avanzados tecnológicamente, soporte en la Estación Espacial Internacional y un largo etcétera de mecanismos perfectamente dispuestos para garantizar el éxito de la empresa.

Es sobrecogedor, pensar en la capacidad que tiene el ser humano. Evolución y progreso. ¿A qué punto hemos llegado? Según los grandes físicos, mí amigo Franco Giovanelli es uno de ellos, conocemos un ínfimo porcentaje del universo. El estudio de la materia que no vemos o procesos y complejos sucesos que todavía sabemos nos quedan por descubrir, hacen, que cuando soñamos sobre un cielo estrellado, nos preguntemos sobre sin respuestas e incomprensibles teorías, perdiéndonos en lo profundo de nuestra mente.

Cuando nos convertimos en temporales profanos interesados en la materia que hoy en particular me seduce, rápido entendemos lo principal y de lo que hay que partir para poder razonar sobre este capítulo. La idea de solo conocer una pequeña punta de iceberg en este ámbito, nos hace llegar al compromiso con nosotros mismos, de que más adelante volveremos sobre ello y con un por hoy es suficiente, quedar convencidos de haber dado un gran paso en lo importante. Lo importante podría ser algo así como que, ¡ qué pequeños somos !

Leer el panfleto de Hessel y pensar en el universo que no conozco, me hace parangonar el conjunto materia oscura y Hessel versus una pregunta que me hago cada día y a la que todavía no encuentro respuesta.

En un mundo donde somos capaces de enredar fotones, observar la luz de galaxias nacidas hace quince mil millones de años, emitir mensajes cifrados entre satélites y avanzar en la mecánica cuántica para futuro de la telecomunicación, microelectrónica, electroquímica, biología, clonación y hasta tenemos los monitores ecológicos, me pregunto:

¿Por qué hay tanto gilipollas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario