Podríamos pensar que la jornada de reflexión con la que se pone cierre a la campaña electoral europea estará amenizada por la Final de Lisboa, pero la realidad parece diferente y es más lógico pensar que el encuentro entre los dos mejores equipos del país tiene como telón de fondo dicha jornada de reflexión que, concluirá en cita con las urnas al día siguiente y sobre la que el interés generalizado es nulo.
Que
la cabeza de lista socialista no sepa de quien aprender y rodeada de indigentes
mentales se declare dudosa sobre datos de abstención superiores al 60 % o que
los populares encabezados por un prodigioso intelectual que ha día de hoy debe
de haberse declarado a si mismo Patrimonio de la Humanidad, justifique
la posible entrada de oportunistas como Pablo Iglesias Turrión en Europa en virtud
de la abstención, solo significa que es muy probable se superen todos los
datos históricos en materia de abstinencia electoral.
La
siempre incultura electoral de la sociedad y el gran desconocimiento del
significado como valor que, tiene el simple hecho de votar, son afirmaciones
que este mes de mayo prevalecen al ir acompañadas de una apatía social consolidada
por la penuria que la brutal crisis deja a su paso.
Me
gustaría equivocarme cuando en los descansos de los partidos de fútbol dejo el whatsapp y hablo con alguno de los flamantes políticos que nos dirigen o que
opositan a hacerlo y como ciudadano que soy planteo que España necesita un giro
y que un esperanzado pueblo no quiere oír hablar de derechas o de izquierdas,
que los colores azules, rojos, rosas y verdes ya no prevalecen porque todo se
ha convertido en negro y que me gustaría poder felicitarles porque vamos bien o
que al menos, dentro de una crisis global, disponemos de herramientas de gestión
y modernas ideas sobre las que anclar el progreso.
Hoy
nadie quiere hablar de políticos y en la oportunidad de acercamiento que una
campaña electoral propone, lo único que hacen es faltarse al respeto
mutuamente, plantear un permanente y vosotros habéis robado más,
pensando en salir airosos de donde no se puede y en definitiva asociarse en una
pantomima donde entre los grandes partidos no se ha oído ni por un momento la
palabra corrupción.
Conclusión:
Se han encargado de fortalecer la tensión social consiguiendo alejar al
ciudadano de su colegio electoral.
Me
pregunto si hablar de datos de abstención cercanas al 70 % es
de locos, pero lo cierto es que a diario hablo con socialistas de toda la
vida que no van a ejercer su derecho al voto. Mis grandes amigos personales con
los que convivo cada día, votantes del Partido Popular en su mayoría, me
plantean excursión dominguera a Cuenca y yo mismo y mi familia nos hemos
propuesto tomar el sol en Serracines. ¿Qué está pasando?
La
primera guerra mundial empezó por culpa de un escrache. Desde
aquello ha pasado un siglo y como diría mi confesor, gracias a Dios
la sociedad ha evolucionado, pero sigo pensando que si la abstención es cercana
al 70 % habría que tener mucho cuidado porque lo mismo se le acaba el chollo
a algunos. Es la primera vez que dudo sobre la positivo o negativo de la lejanía
del pueblo con los políticos.
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