⟪ Dejar de ser esclavo de nuestra propia mente⟫
Ana se ha despertado con hambre y he hecho el desayuno. Huevos de casa revueltos con pavo y queso, pan tostado y tazón de café de Angola con leche. Meterme en la cocina, ver colores, oler y de alguna manera sufrir, sabiendo que tengo que ser más fuerte que esa amenaza y que por tanto no voy a comer absolutamente nada de lo que hago, es una batalla más de las muchas que hasta este momento llevo dÃas ganando.
FrÃo. Tengo mucho frÃo y ha sido esta noche cuando más lo he sufrido. Me acosté helado entre sábanas de coralina y varias mantas después de haberme quedado congelado viendo la televisión. Eran las cinco de la mañana y no me habÃa podido dormir, pues no habÃa manera de coger temperatura. La pierna izquierda no la sentÃa y de rodilla para abajo, mi extremidad era literalmente un témpano de hielo al igual que los dedos de las manos. Ha sido una sensación mala y extraña, hasta el punto que estoy obsesionado con el frÃo que voy a pasar hoy cuando salga a la calle dentro de una hora.
Presión Arterial. Todo son buenas noticias, puesto que por fin después de más de tres semanas, la tensión ha bajado a valores que nunca pensé podrÃan volver a darse. Hay que recordar que tengo un problema de hipertensión justificado y bastante serio que me situa en 170-110 en el mejor de los casos. ¡Estoy Feliz!
Sigo perdiendo peso, pero ahora el proceso es mucho más lento y atravesar la barrera de los 88 kilos, costará dos o tres dÃas más. De cualquier manera no tengo intención de abandonar, porque todavÃa no he alcanzado los 28 dÃas del año pasado y que menos que llegar esta vez a los 40, para por lo menos poder decir que en ese sentido soy como Moisés, Demócrito, ElÃas o Jesús y asà ser mejor que ellos en al menos tres cosas, pero sobre todo lo que quiero es saber que podrÃa haber sido alumno de Pitágoras.
Fuera de bromas tengo que decir que todo va bien y que estoy dispuesto a llegar hasta el final. Solo tengo un problema, que consiste en que todavÃa desconozco donde esta ese final.
Me cuesta andar, pero tengo asumido que la lesión del canal medular es de alguna manera un castigo y tengo que felicitar a quien haya decidido mandarme esa desgracia, pero me da igual porque fÃsicamente es el único problema que tengo y he sabido entender que esa incapacidad me terminará llevando a una silla de ruedas. Asà que asumido esto, solo hay que pelear con que eso llegue dentro de mucho tiempo cuando mi cabeza tenga claro que ese dÃa solo quedarán dos opciones.
Poco más que contar. Pasaré este domingo y llegará el lunes, el martes y el miércoles para que el viernes a las nueve de la noche se cumplan los 28 dÃas que aguanté el año pasado y me queden solo 12 para volverme a plantear que hago, si seguir hasta los 60 o tratar de aprovechar los beneficios que habré conseguido con solamente 40 dÃas de ayuno.
Estar 23 dÃas sin comer y tener tanta paz, solo significa que estoy dejando de ser esclavo de mi propia cabeza, aunque hay momentos que me pregunto que he hecho yo para estar encarcelado de esta manera, lo que desde fuera muy pocas personas podrán entender. ¡ Me gustarÃa tener un juicio justo !
Solomon Burke - El Juicio
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