Incluso después de haber reducido sus números a la mitad y
lejos de representar el 5% del PIB mundial, el gasto militar es uno de los
pilares fundamentales de la sostenibilidad socio-económica mundial. Pero no es
solamente ese el motivo por el que tenemos que agradecer que la industria
armamentística siempre este en auge y de ahí ese añadido social al que me
refiero.
Vivimos unos días donde los economistas están haciendo,
nunca mejor dicho, el agosto. Hablar de macroeconomía es fácil. Cualquiera se
puede levantar una mañana y en cinco o diez minutos dependiendo de nuestra
capacidad mental y sin analizar nada, convertirse en un experto. Solo hay que
coger la prensa y leer datos. Flujos de capitales, inversiones, exportaciones,
desempleo, inflación y una regla de tres simple es suficiente. Ahora bien, ¿de
qué sirve todo esto? De nada. Para absolutamente nada.
Dos párrafos. Armas y Economía. Y así a grandes rasgos ya he
hablado de la actualidad a nivel internacional, que no es otra que la
anticipada por los medios crisis que nos traerá el desacuerdo comercial Estados Unidos de
América vs China.
Leo artículos de consagrados, que no pongo en duda por no
conocer, economistas, que exteriorizan sus miedos y hablan de un gigantesco y
poderoso cíclope chino, hasta el punto que se atreven a comparar con la bomba atómica, las futuras
maniobras económicas que podrían desarrollar contra los americanos. ¡Payasos es poco! Este calificativo tampoco lo pongo en duda.
Resulta, que unos cuantos lumbreras se les ha ocurrido
pensar que el billón de dólares que los chinos declaran tienen en bonos
americanos, podría ser vendidos a precio de mercadillo con el único fin de
arruinar el bolsillo estadounidense. ¡Saltan las alarmas! ¡Sensacionalismo
económico! Pero lo que no nos terminan de explicar, son las consecuencias que
esa maniobra tendría sobre la propia economía asiática y la crisis en la que
harían inmersión, hasta el punto de ser demasiado beneficiosa para los
infravalorados también republicanos
vecinos, que viven al otro lado del Pacífico.
A veces pensamos que los grandes mandatarios en los que hay
que incluir chinos y americanos son diferentes a nosotros y nos equivocamos. ¡Son
peores! Nos multiplican en soberbia, tienen la misma humildad que Dios y encima
por eso de ser mandatarios, tienen el poder. ¡Psicopatía congénita! El mandatario nace, no se hace.
¿Cuál es la verdadera diferencia entre norteamericanos y
chinos? El poder militar y armamentístico, como variante contemplada en
términos comerciales, decidirá el ganador de esta batalla, que no será otro que
El Gran Gringo. Curioso cuanto menos, esté término con el que algunos definen a
los americanos del norte, sin saber todavía muy bien de dónde procede.
¿Por qué hay que tener armas y cuantas más armas mejor? El
poder militar chino se multiplica año tra años a la vez que la economía
también va creciendo. Esto es como aquel bulo que todavía nos creemos, por el
que toda la moneda que La Fábrica pone en curso, debe ir respaldada por el
oro que guardamos bajo las faldas de La Cibeles. Ahora fijémonos en la única
regla de tres compuesta de esta historia. China representa a nivel económico,
lo mismo que Los Estados Unidos, pero aun creciendo como la espuma, su poder
militar está cuatro o cinco veces por debajo del que actualmente tiene Trump.
¿Por qué será? Los chinos se merecen una explicación, muy sencilla por otra
parte en la que entran variables de comportamiento social y libertad. ¡A ver si
soy capaz!
¿Cuántos millones de chinos hay en china? Es posible
democratizar a dos mil millones de chinos que será más o menos la cantidad más
cercana a la realidad. La respuesta es no y siempre será, no. Un pueblo que no
es libre no piensa por sí mismo y por tanto no tiene capacidad de evolucionar.
¿Existe un español capaz de trabajar con gusto durante 20 horas diarias durante
treinta años seguidos y sin un solo día de vacaciones? No. Eso solo lo hace un
chino. ¡Y a mucha honra! ¿En qué país se comen a los perros?
En definitiva: ¿Quiénes son los chinos? Una civilización que
acaba de registrar la inauguración de su primera base militar fuera de sus
fronteras. ¿En dónde? En Yibuti. ¡Menuda evolución! ¡Qué atrevimiento! Un
rincón estratégico, participado desde hace más de diez años por nosotros y que
contempla bases de todas y cada una de las potencias mundiales. Todo esto, con
el permiso de la administración Obama y el consentimiento de la Trump.
Y lo mejor de todo, la comparación histórica fruto de algún
sabio historiador de esos adictos al NETFLIX y que en vez de seguir estudiando, se tocan el bolo mientras pierden el tiempo
viendo series de mierda. La Arquidámica, primera de las tres partes de las que
Tucidides dice se compone La Guerra del Peloponeso, estuvo precedida por
cincuenta años de conflicto comercial entre Esparta y Atenas. Un buen día, Esparta
que representaría Los Estados Unidos, atacó a Atenas, lo que sería la China
actual.
Ni que decir tiene que esta comparación de tebeo, está fuera de lugar debido
a los parámetros que hay que considerar en este tipo de cosas, empezando porque
de esto hace aproximadamente 2.500 años, creo recordar. Por otra parte, todo el
poder militar marítimo y la gran economía de
la que Atenas disponía, no pudo con el enemigo. Esparta,
militarmente diferente y con una composición social más intelectual, en contra
de lo que se piensa, argumentó la guerra en varios campos, anulando los
conflictos marítimos como arma, bloqueó sus ciudades y cerró las rutas de
abastecimiento. Es decir, que los americanos ganaron y los chinos nunca jamás
volvieron a levantar cabeza. ¡Esa es la verdadera historia! Y
el que no la crea que lea libros de griegos antiguos, internet, los medios
actuales y los economistas contemporáneos, no saben de historia o nos engañan, porque como yo lo cuento si puede que la historia se repita, pero sin ataques por medio. ¡Voy por la segunda temporada de Dark! Ni que decir tiene que es una serie de NETFLIX.
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