Terminará el día y el país seguirá sin
gobierno. Mariano Rajoy fracasará en este juego de imposibles investiduras,
que tiene a España inmersa en un vacío paréntesis sin sentido, promovido por
estos políticos que algunos hemos decidido estén ahí.
¿Será posible evitar unas terceras elecciones?
A vista de pájaro, parece muy difícil que Sánchez se rindiera a los caprichos
del maquiavélico Iglesias. Todo el mundo sabe, que eso significaría un cambio
en las políticas de Ferraz, que daría al traste con el futuro del verdadero, al
menos simbólico centro izquierda del momento.
Pero por otra parte, terceros comicios
significarían un fracaso y casi que una traición a los ciudadanos que por
tercera vez, tuvieran la santa dignidad de acudir de nuevo a las urnas.
Pedro Sánchez vive encerrado en la idea de que el PP no puede formar gobierno, que no es lo mismo que gobernar, y dentro de ese discurso que por otra parte parece
lógico, podría no estar viendo otras alternativas que desde otros sectores
territoriales le proponen y a las que hace oídos sordos.
Hace casi dos meses que el comité
federal no se reúne y la comunicación entre dirigentes socialistas es
totalmente inexistente. El motivo es sencillo. La mayoría de los barones
socialistas no están de acuerdo con la dictadura de Pedro Sánchez y muchos de
ellos auguran un futuro incierto para primer espada de Ferraz.
Si Pedro Sanchez consintiera un gobierno
de centro derecha en minoría, mataría dos pájaros de un tiro. Mantendría su
puesto y dejaría claro que en España solo hay una izquierda útil. Una izquierda
que sabe hacer las cosas, manteniendo el tipo en ese formato oposición que
tanto repugna al líder socialista.
¡Ten cuidado Pedro! Unas terceras
elecciones o lo que es peor, un gobierno en el que Iglesias tuviera algo que
decir, solo demostraría que vivimos en el mismo país de pandereta que hasta
ahora y que todos y cada uno de los políticos actuales, son unos verdaderos
inútiles.
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