http://www.eldiario.es/politica/Pedro-Sanchez-enviada-Susana-Diaz_0_564143845.html |
Honradez, credibilidad, empatía, experiencia, austeridad o cercanía, son las cualidades que debería tener un político. Añadiendo el don de la palabra o incluso la presencia física como medio de manipulación positiva de la sociedad, conseguiríamos el candidato perfecto.
Pero mirando a nuestro alrededor
y partiendo de que el dirigente actual es humano y como tal, e
independientemente de que pensemos que nacemos o nos hacemos a lo largo de una
vida, hay que partir de que las personas venimos con muchos desperfectos y
taras que implican una debilidad por donde muchos factores, incluido los
generado por el diablo, entran en nosotros.
Observando a nuestro alrededor,
no es muy difícil darse cuenta de que el político que mora en las cúpulas
actuales, nada tiene que ver con las directrices que nos marcaría un ensayo que
tuviera como título, el político perfecto. Y como para ejemplo un botón,
podríamos dirigir nuestra mirada a la situación del Partido Socialista y
fijarnos en alguno de sus elementos. Será muy fácil entender que, más que gente
seria que albergue alguna de las características antes mencionadas, tenemos
ante nosotros en su gran mayoría, un bajo e infantil perfil de patio de
colegio, cuando no de un personal corrupto e interesado que… etcétera, etcétera,
etcétera.
Sin ir más lejos, observemos a
una tal Verónica Pérez Fernandez, actual Secretaria Primera del PSOE Andaluz, y
como en modo Charles Bronson en la película, Yo soy la Justicia, se erige
buscando su minuto de gloria, en una especie de tía buenorra que eleva su
camiseta enseñando las tetas en el descanso de cualquier partido de futbol. Ni
que decir tiene, que este tipo de político es del gremio de los que no tienen
nada más que la preparación que le ha dado pertenecer al partido desde los
catorce años y que gracias a formar parte del bando oportuno, ha ido escalando
posiciones hasta vivir sin dar un palo al agua de por vida y así, conseguir ser
una protagonista actual. Haciendo el añadido de que físicamente tampoco reúne ninguna
condición especial, me pregunto, ¿qué coño pinta ahí esa chica?
No podemos esperar un Paco
Vázquez o un Redondo Terreros. Esos tiempos se acabaron, pero si podíamos
exigir, en vez de formar parte del conjunto de españoles que adoptan una
actitud borreguil, que las personas que nos representan, tengan un mayor calado
moral y un pasado que garantice una experiencia en alguno de los muchos campos
necesarios para influir en el desarrollo y la evolución positiva de un país.
Escuchando a Borrel, podemos entender
el bloqueo y el caos tan grande en el que está inmerso el PSOE. No a Mariano,
no a elecciones y por supuesto, no a un gobierno con independentistas.
¿Entonces? La realidad es otra, y es que esa decisión no es importante para la
oposición a Sánchez, ya que solo está contribuyendo a un mayor deterioro del
centro izquierda, sabiendo que la dimisión de la mayoría del Comité Federal no
implica por estatutos, la expulsión ni mucho menos del Secretario General.
Aprovecho para decir que este hecho solamente se produciría por una moción de
censura, una destitución mediante un congreso o la propia dimisión del
interesado, cosa que garantizo no va a ocurrir.
Y es ahora cuando desde una
posición totalmente ajena al partido y sin simpatía de ningún tipo por nadie,
me posiciono otra vez, un poquito más cerca de Pedro que no de los suyos y le
animo a aguantar y como le he transmitido a judicializar el proceso y llevarlo
hasta el Supremo o hasta donde fuera necesario para mantenerse en el puesto.
Pedro Sánchez estaba tanteando independentistas,
hasta el punto de que basándome en informaciones bastante genéricas, se
afirmaba que solo faltaba el consenso con la izquierda radical catalana para
abrir la puerta de la Moncloa. No siendo eso mentira, me pregunto si esta
oposición a Sánchez es tan sumamente idiota como para pensar que dando igual es
secretario general que fuere, se llegaría en algún momento a pasar por debajo
del futbolín en ese sentido. Simplemente, es fácil enarbolar cualquier eslogan
y a partir de ahí elaborar una premisa que de píe a ir a destruir cualquier
cúpula.
Eso, unido a la baja y ya mil veces comentada, categoría de la
ejecutiva de Sánchez, está pasando lo que ya veníamos anticipando desde hace
meses.
El Partido Socialista es una
entidad vulnerable, maleable y fácilmente flexible en sus decisiones. Me
refiero a que la opinión o momento de sus componentes, cambia en función de la
amenaza u oferta de turno. De esa manera podemos entender lo que está pasando
en la actualidad y que lo que hace cuatro días era todo uno, en este momento
son dos y mañana serán tres o cuatro.
¿Quién sale ganando de todo esto?
Fijemos la mirada en Pablo Iglesias. Haciendo historia y resumiendo los factores que le aúpan a formar parte de la
misma, no podemos dejar de recordar quien es y de donde viene. Financiado por
repúblicas dictatoriales y sectores radicales, solo tiene un compromiso con el
mismo. Ese compromiso es arruinar un sistema de derecho en el que sus
principios políticos no le permiten creer y ni que decir tiene que de todas las
patas a quebrar, la más fácil en estos momentos y sobre la que él está
trabajando es la que supone la izquierda que representa el PSOE. De este proceso
saldrá totalmente beneficiado y es bastante probable que la incultura electoral
y política de la sociedad, le aúpe cada vez más arriba hasta incluso en unos
pocos años poder formar gobierno con el apoyo de cualquier otro grupo de
terroristas o nacionalistas. Y nos guste o no,
es así de duro y tan real como la vida misma.
La política actual es como un
patio de colegio. Jugar con los intereses de los españoles y cagarse en la
libertad, debería de estar tan penado como hacer apología del terrorismo en
cualquier de sus sentidos.
Que Dios o quien proceda, nos
pille confesados y repito mi deseo de que ahora y en estos momentos, incluso
Sánchez nos proteja de lo que puede venir. ¡Aguanta Pedro! Y hasta el supremo,
que está visto que es mejor un estado sin gobierno, que un gobierno que divida
España en seis.
http://www.elmundo.es/espana/2016/09/17/57dc53f7268e3e73358b468d.html |
La batalla dentro de PSOE, está en pleno auge, entre Pedro Sánchez y Susana Díaz. El empecinamiento de Pedro Sánchez en el NO a todo, yo creo que no nos va a llevar a ningún lado, nos llevara a unas inevitables terceras elecciones, además, con esa especie de batiburrillo de fuerzas políticas que pretende hacer Pedro Sánchez desobedeciendo a Felipe González, quien pidió al partido que no impidiese un Gobierno de Rajoy, se fuese a la oposición e hiciese una oposición responsable.Jugar con lo que quieren la mayoría de los españoles, debería estar más castigado.Susana Díaz se ofrece a coser y conciliar el partido.
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