El hombre es el único animal que tropieza dos
veces en la misma piedra.
Si partimos de esa premisa, sería lógico pensar que hasta en
dos ocasiones el ser humano tiene cierto tipo de justificación en cada una de sus acciones. Sin embargo, Edward Snowden
está consiguiendo que esa media tienda hacia arriba, y esto conlleva el peligro
de arrastrar a estados enteros que al parecer, y fuera de sus cabales, se dejan
llevar por el protagonismo del momento. ¿El minuto de gloria?
Desconozco si es de dominio público la enemistad que fuera
del entorno público existía entre Chávez y Correa, y no me preocupan en
absoluto las actuales relaciones entre Maduro y el presidente ecuatoriano. No
es el momento de hablar de los progresos en las siempre complicadas relaciones
de los Estados Unidos con Cuba. Estoy completamente seguro de que el Comité de
Seguridad ruso no está tratando la situación como si algo les fuera en ello y
siento vergüenza ajena sobre cualquier defensa que se haga del mamarracho
Snowden al que ningún gobierno con una constitución vigente debería de prestar
atención. De hecho, se puede constatar que a ningún representante de estos
países le importa lo más mínimo el futuro del hombre que puso en evidencia la
seguridad mundial frente al terrorismo.
Creo y apuesto por la total privacidad de las
comunicaciones. Es un derecho que hoy parece perdido por culpa del pasajero que
no volará con otro destino que no le lleve a pisar directamente suelo
estadounidense, y que no partirá del lugar donde hace un par de años murieron
cuarenta personas a manos del terrorismo checheno.
Edward Snowden está equivocado y ya no puede manejar su futuro.
El egocentrismo que alberga, unido a la oportunidad que inteligentes enemigos
de la sociedad han visto en sus acciones, han llevado el caso de un delincuente
común, que nunca fue directamente contratado por la administración Obama, a ser
referencia de la actualidad mundial.
Osama, Ramírez, Hussein y los también Manson y McVeigh
están donde tienen que estar. No creo que Snowden tarde mucho en vivir por
cuenta ajena durante unos cuantos años haciendo uso de las buenas instalaciones
de las prisiones americanas.
Lo más triste de todo es que las administraciones con
constituciones vigentes y que con base jurídica defienden como deben su territorio
y a sus ciudadanos, tienen que mezclar terroristas con banqueros a la par de
con tontos a través de sus instituciones penitenciarias.
Periodistas Secretos
El Tonto Snowden y el Prism
Periodistas Secretos
El Tonto Snowden y el Prism
¿Debo entender, mi querido amigo, que un -léase cualquier- chichirivaina con un cargo sin responsabilidad en la CIA u otro ente de similares connotaciones es capaz de poner en peligro la seguridad mundial? Si es así, bienvenido sea y ojalá haya más como él para que se desmonte todo ese entramado ficticio que lo único que garantiza es el mantenimiento de los poderes establecidos y a costa del individuo...
ResponderEliminarSeguridad mundial!!!! Vamos, no todas....
En mi opinión entiendes mal y mucho peor si para plantear esa cuestión te basas en lo que yo he escrito.
ResponderEliminarChichirivaina no es igual que delincuente. Partiendo de esa diferencia que creo fácil de entender, no es que ponga en peligro la seguridad de ningún -léase cualquier- patio de vecinos, sino que pone en evidencia el protocolo previsto para tales menesteres. Ahí es donde entra el aprovechado de al lado, los estados gobernados por zampabollos y demás que se aprovechan de semejante joyita. Más o menos.
Batidora, prensa y opinión pública manipulada por esos pasos y a tomar por el culo la creencia en que el hermano mayor protege y de que manera.
Habría tanto de que hablar.
la persona q escribio este post..o es un ignorante..o nos esta mintiendo deliberadamente.
ResponderEliminarSospecho q alguien le pago para escribir este post para confundir al publico en general y dividirlo..pues al parecer no es imparcial en su opinion y tiende a apoyar la injusta politica de EEUU en el caso Snoweden.
De mi parte me parece correcto lo q Snoweden hizo, pues creo q le ha hecho un gran favor al mundo.
Es una opinión en base al concepto que tengo de como tienen que ser las cosas. Evidentemente repito, es mí opinión y el día que tenga capacidad y poder para confundir al público en general como usted dice... dejaré de expresar lo que pienso. Mientras tanto seguiré cobrando en dólares.
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