A través de Maru Menéndez, el PSM se vuelve
a significar. Lo hace, como siempre, de manera desproporcionada y fuera de
contexto, con decisiones antojadizas y desde el profundo desconocimiento sobre
los problemas de la ciudadanía de Alcalá de Henares.
Ya está bien de manipulación. Alcalá de
Henares y sus vecinos están cansados de la actual composición de su Consistorio
y demanda un cambio. Tenemos en la mano ese cambio a través de una moción de
censura, y así, no consentir que lo que hoy tiene mal remedio, dentro de unos
meses sea irremediable del todo.
Javier Rodríguez Palacios es un gran tipo.
Un hombre que vale, que tiene vocación de servidor social y le gusta lo que
hace. Ya está bien de farsas y de órdenes a través de privadas líneas calientes,
que funcionan a modo de cloacas, y están privando de beneficios a los alcalaínos.
Javier tiene que gobernar la ciudad
complutense y que esta realidad no se demore ni un día más. No hay que caer en
lo políticamente correcto. Hay que olvidar a los caprichosos mandamases de turno
que pasarán y no volverán. Es obligatorio centrarse en la ciudadanía, en la
educación de los chavales, en la limpieza de la ciudad, en los problemas de
seguridad, en el desempleo y en conseguir que todo vuelva a la normalidad.
Tomás Gómez plantea una espera. Desea
que el Partido Socialista de Alcalá de Henares no alcance el gobierno hasta 2015.
¿Por qué? ¿Con qué fin? Empecemos ahora y demostremos que con políticas
modernas y lógicas se puede llegar a acuerdos para el beneficio de los que más
lo necesitan. IU, UPyD y el mismo PP están ahí para que seamos capaces de
demostrar que tenemos mejores ideas para poner en práctica y que necesitamos su
ayuda a modo de pactos de futuro, aunque sean uno a uno para conseguir salir de
mal momento social que vivimos.
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