Aunque iré en contra de mis
ideales políticos defendiendo al presidente de la Xunta, creo que es de recibo
decir lo que se piensa, incluso cuando nos ponemos del lado de nuestro contrincante
político.
Parece ser que el Alberto Núñez
Feijóo y según las fotografía que publica EL PAÍS -arriba-, tenía una relación con
Marcial Dorado Baúlde, devoto sinvergüenza y famoso narcotraficante gallego condenado
por lo que supuso en esos momentos lel mayor alijo de droga
incautado en Europa hasta la fecha.
Nunca he comprendido porque se
nos juzga por los hechos de los demás. A ver si alguien es capaz de decirme,
cual es el problema en que cualquiera de nosotros decida sobre las personas que
quiere o no tener cerca.
La Madre Teresa de Calcuta, tenía
verdadero amor hacia Duvalier, y
seguramente eso no la hace responsable de los más de cuarenta mil asesinatos
que sin temor a quedarse corto, se le pueden atribuir al dictador haitiano.
Feijóo debería de dar un paso al
frente y defender la amistad con Dorado. Lo que no podría hacer, es poner a su
amigo el delincuente al frente de una consejería. Yo, Juan Antonio Balsalobre
tengo amigos que han estado y actualmente están cumpliendo condena por
diferentes delitos y me avergüenzan sus actos pero no renegaré de ellos jamás.
Podría dar nombres y apellidos de
políticos de todas y cada una de las vertientes que actualmente luchan por el
poder, que no tienen muy lejos algún amigo o incluso familiar que ha pasado con
razón o sin razón por la cárcel. ¿Eso les inhabilita como candidatos a algo?
Siento vergüenza de tener delante
un Barcenasgate o la estafa de la historia en Andalucía, donde la responsabilidad
recae directamente sobre nuestros políticos actuales. Siento un rechazo absoluto
cuando pienso en los protagonistas del caso NOOS. Echaría a patadas de los
ayuntamientos a todo aquel que se adelanta a la jurisprudencia para hacer
política barata y retrograda. Y en cambio tengo que leer que uno es mejor o
pero persona por tener un amigo juzgado
y condenado por un delito.
Estoy contigo Feijoo. Además
conozco algún capítulo de tu paso por el INSALUD y aunque no comparto tus
ideales políticos ni tu forma de gobernar a los gallegos, se que te enfrentaste
a una cúpula del Partido Popular y ni siquiera tu honestidad pudo evitar
ciertas cosas.
Pediría un poquito de cordura y
reflexión. Miremos a nuestra derecha y luego a nuestra izquierda para pensar en
lo que tenemos al lado. Más tarde y con la vista al frente, no seré yo el que
me avergüence de ello aunque luche por cambiarlo.