¿Será o no, capaz Puigdemont de declarar a Cataluña
independiente?
Estoy como loco buscando una casa de apuestas que de la opción
de jugarse el dinero en esta cuestión. En mi opinión, que en este caso no está
basada en ninguna información privilegiada ni nada que se le parezca, porque es
obvio que solo cuatro miñocas catalanes, saben lo que pasará a partir de las
seis de la tarde en el Parlament, creo que por supuesto y tras el discurso
propio de unos terroristas, habrá declaración de independencia.
¿Por qué pienso así? En primer lugar, porque a ningún loco
le da por trabajar. Y ya sea en una u otra dirección, todos estos personajillos, Puigdemont, Forcadell, Junqueras, junto a los antisistema
españoles, deben y tienen que seguir viviendo del cuento que Pujol les empezó a
contar hace muchos años y al que les toca escribir su final.
Pero quizás y esto lo digo en el contexto de la ironía, el “fueron
felices y comieron perdices” que estos descastados podrían esperar hace unos
años, ya se ha truncado y ahora solo les queda seguir hacia delante, sabiendo
que lo normal, sería acabar con sus huesos en cualquier centro penitenciario.
Apuesto por que en pocas horas, asistiremos a una
declaración de independencia unilateral, por la sencilla razón que no les queda
otra vía, porque cualquier otra cuestión sería acelerar el hundimiento de todos
los partidos que se representan en esta locura de independentismo, incluido
Podemos.
Puigdemont está obligado a condenarse eternamente, a humillarse ante toda la nación y forzar esa segunda amarilla que le expulsará del circo que él mismo contribuyó a montar.
Este proceso se acaba. Hoy se produce un punto de inflexión
en la historia del terrorismo catalán. Un terrorismo que como todos, solo tiene
como finalidad, el enriquecimiento de unos pocos a costa de víctimas que sin
comerlo ni beberlo se ven sacrificadas.
Solo queda esperar que antes, durante y tras los sucesos que
se producirán en el día de hoy, el ya en el punto de mira cuerpo de Mossos,
haga caso omiso a las directrices políticas que han terminado con él para
siempre y que como personas y solamente dentro de ese ámbito, abandonen el
servicio y se pongan a disposición del Ministerio del Interior. Espero que la
población, e independientemente de las ideas de cada uno, sepa discernir entre
lo bueno y lo malo, entre lo blanco y lo negro, entre quien es en este caso Dios y quien el Diablo.
No hay mucho más que decir, no hay mucho más que hablar. La
situación no ha sido fácil para el gobierno de turno. No ha sido fácil para la
Casa Real. No ha sido fácil para nadie. Esta tarde y desde mi casa, seguiré con
interés lo que en mi opinión entiendo que tiene que pasar, como un mero
espectador y ni que decir tiene que solo deseo lo mejor para mi país y para
todos aquellos que han demostrado que Cataluña es España.
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