Conocer los Estados Unidos de América, significa entender que la gente que puebla cualquiera de los 50 estados que comparten poder con el gobierno federal, puede ser muchas cosas, menos imbécil. Y haberse dado tres vueltas por allí, también significa entender, que independientemente del color de la piel y del estatus social, los americanos votan en conciencia por algo en lo que creen. Este argumento, que muchos idiotas, incluso desde aquellas latitudes criticarán y me rebatirán, choca de manera frontal con el porqué del voto en otros países, como España, aún sabiendo lo que supone y lo importante que es cualquier proceso para elegir gobierno.
Paradójicamente y en contra de lo
que se puede entender en el párrafo anterior, (muchos no lo van a entender) hay
que explicar que el funcionamiento de un país no depende del color del pelo que
tenga el presidente de turno, ni de como se llame, ni tan siquiera cual sea el
partido al que represente. ¿Y luego?
Cualquier analista político (no
confundir con tertulianos y payasos que habitan en las cadenas de televisión
españolas) sabía que Clinton iba a perder las elecciones americanas. Y no había
otra posibilidad desde que el patán,
demagogo e ignorante de Donald Trump, se postuló como su adversario
político. ¿Y por qué?
Nos bajamos al sótano, nos
montamos en la máquina del tiempo y en pocos segundos nos trasladamos a 1829.
Casi ningún español sabe (A
excepción de Ferreras) que el 4 de marzo de ese año, Andrew Jackson se impuso
de manera aplastante al segundo Adams, como séptimo presidente de los Estados
Unidos. Calificado de Patán, demagogo e
ignorante, el primer denominado Demócrata que pisó el entonces todavía
Palacio Presidencial, venía precedido por haber quitado Florida a los
españoles, en una maniobra política que
todos los analistas de La Sexta conocen y que estoy seguro se estudia en todas
las escuelas del mundo.
El General Jackson derrotó a los
ingleses en la Batalla de Orleans a sabiendas de que meses antes se había
firmado en Gante, el tratado que hacía de esa guerra algo fuera de lugar. Él ya
había sido maltratado por los ingleses en su infancia y la venganza tenía que
llegar. Hombre de honor de su tiempo,
sobrevivió a más de 100 duelos y a una bala que atravesó su pecho hasta rozar
el corazón, el mismo día que mató a quien mancillara el nombre de su esposa,
que no era otro que el más experto duelista que jamás existió. Dueño de miles de esclavos, fue verdugo de
seminolas. Pendenciero, agrio y hasta corrupto, ocupó la presidencia de los
Estados Unidos, seguramente porque eso era lo que necesitaba en ese momento el
pueblo americano.
Patán, demagogo e ignorante, son los calificativos que sirven de
nexo para unir a Trump con Jackson. Y es muy probable que salvando las
distancias que el tiempo exige, pudiera tener su lógica. ¿Pero es normal pensar
que un ignorante llegue a ser Presidente de Estados Unidos?
Todos los brillantes analistas,
estadistas y encuestadores que hicieron se pagara 5 a 1 la victoria de Trump
(me he forrado), saben que las políticas económicas que el empresario quiere
poner en marcha, van a ir destinadas a proteger intereses americanos. Así se
espera que el magnate hotelero renegocie o proponga a sus asesores, anular el
Tratado de Libre Comercio en América del Norte, el Transpacífico que tanto
afecta a Europa y entre en guerra económica con china para defender los puestos
de trabajo americanos.
Ni que decir tiene que Peña Nieto
y los spanglish que manda cada día para arriba, serán desde mismo momento que
los Republicanos arranquen su legislatura, meros títeres en las manos de Trump.
¿Pero conocemos el problema existente en cuestión mejicana? ¿Estamos al día de
los 20 millones de cruces anuales e ilegales que se producen en sus 2000 millas
de frontera? ¿Y de los 500 mejicanos que cada año mueren en la misma?
Machista, Racista y Xenófogo. ¿Cómo
el pueblo americano ha votado a alguien así? Siempre se ha creído que en los
Estados Unidos, cualquiera, sea quien sea y de donde proceda, puede llegar a lo
más alto en la pirámide del poder solo con su esfuerzo. La Tierra de Oportunidades.
El sueño americano desde 1931. Pensemos con la cabeza y poco a poco seremos
capaces de entender que el mundo de hoy, no es muy diferente al de hace
doscientos años y que hay veces que reivindicar los derechos que cada uno
tenemos por haber nacido aquí o allí, significa por ejemplo que Trump sea El
Presidente.
Soy de los que piensa que el
Terrorismo Islámico es el principal problema que hoy en día tiene la humanidad.
Pero ¿Qué dice Trump sobre este tema? El hortera en cuestión, afirma que las
comunidades musulmanas protegen a los radicales y que eso les hace iguales a
ellos. Por tanto, para él no hay musulmanes buenos o malos, sino que todos son
enemigos de occidente y nacen y viven para destruir nuestra civilización. ¿Pensamos
así la mayoría? ¿Por qué no lo decimos?
Por otra parte, es opuesto a
versión oficial de la CIA en la que de cara a la sociedad, expone que la
tortura como medio de extracción de información es inútil y la promueve
abiertamente como un mal menor para evitar atentados dentro de nuestras
fronteras. (El trabajo de la CIA es mentir)
Y sobre todo, este Zar de los
Casinos o como también le han denominado, plusmarquista mundial del bronceado
artificial o Rey de Miss Universo, aboga por potenciar el miedo en la población
como una política válida que haga entender a esta, que el Terrorismo existe y
que Estados Unidos, Bélgica, Francia, Alemania o España, son en cualquier
momento objetivos de un proceso de reconquista que el Islam tiene en mente.
Trump y la Segunda Enmienda de la
Constitución, dejan claro el derecho de los estadounidenses a defenderse y los
datos dicen que, la relativa libertad que actualmente existe en ese país para
portar armas, ha evitado más de millón y medio de muertes. ¿Por qué han votado
tantos americanos a Donald Trump? ¿A todos le violaron una hija? ¿A todos le
asesinaron a un hermano? Estoy seguro de que no.
En definitiva, vivimos en un
asqueroso y horripilante mundo, donde para conseguir la tan confundida
libertad, se crean entidades que acceden a los poderes con solamente un lema
por bandera. El Absolutismo. ¿Le suena esto al movimiento podemita que pretende
llegar a algo en España? Tiembla Donald, estoy seguro que los tendrás
enfrente.
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