No me extraña que una
buena parte de la población sienta miedo. Cada día asistimos a sentencias y declaraciones
de personajes, que dejan buenas las burradas anteriormente expuestas, por el
mismo sector de la sociedad. Un sector de la sociedad que tiene muy confundido
lo que significa el término libertad y que no conocen las definiciones de
moralidad, dignidad y honradez.
Los Wodaabe, nomadas del
Sahel son una de esas tribus que
ancladas en el neolítico, siguen aislados en una cultura a la que la
independentista entre los independentistas Anna Gabriel, se sentiría como pez
en el agua. Este grupo islamista contempla como normal, que las mujeres puedan
tener todos los maridos que ellas consideren y mientras son solteras disfrutar
de un sexo libre.
Con trece años y después
de ser violada por su padre, una niña fue azotada como castigo, cumpliendo la
sentencia ordenada por el consejo de sabios de una tribu en la india. Imagino
que la vulgar independentista también estará de acuerdo con este tipo de
proezas, ya que los niños para ella no deben de ser ninguna responsabilidad.
Los niños perdidos de
Utah. Aquellos niños abandonados a su suerte por la escisión en la secta de los
mormones que se produjo en la esa zona de norteamérica, supuso un escándalo a
nivel mundial. Las madres no querían a sus hijos ya que no eran del gusto de
los hombres de la tribu. Las niñas, eran repartidas entre los hombres para ser
violadas por unos y otros sistemáticamente y dentro de la convivencia normal de
la tribu, en lo que supuso un escándalo muy bien tapado por las autoridades
estatales.
Hay muchas formas de
vida y más maneras de vivir, pero lo que no es sostenible es la pretensión que
tienen los representantes políticos del tipo Anna Gabriel, a la que
perfectamente se la podría procesar por imbécil o simplemente y defendiendo sus
derechos, ser ingresada en un centro de rehabilitación mental.
Siempre dio miedo escuchar
las declaraciones de este y otros engendros que representan el populismo
catalán, pero en este ha quedado diagnosticada para toda la vida.
De cualquier manera, y en su momento ya lo dejó claro Antonio Burgos, no hay ningún hombre que sea capaz de tirarse a tal semejante bicho y que podría ser que esta tía solo busque una alternativa sexual.
ABC |
Quedouche a cabeza descansada.
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