De un tiempo a esta parte tengo
problemas para entender la visión de algunos de los políticos que dirigen mi
querido Partido Socialista.
Es incompatible con la realidad asumir
como lógicas las palabras de José Antonio Griñán augurando en la próxima
convocatoria electoral un buen resultado para la izquierda que representan
Tomás Gómez o Ximo Puig.
No es malo reconocer el buen trabajo cuando
éste es patente, pero me molesta enormemente la silueta que estamos mostrando a
la ciudadanía cuando lo único que hacemos es defender lo indefendible y
manifestarnos en favor del yo propio.
El comentario solo puede ser analizado
desde el interés personal para la defensa de uno mismo y de la vertiente
interna que representa. Aquí, cada uno defiende lo que le viene en gana sin
preocuparse de lo que es malo o bueno en el contexto social actual.
Nos encargamos de potenciar y de pasar
la manita por la chepa del compañero que está de nuestro lado y defendemos
únicamente lo que nos puede ayudar a desbancar a la imaginaria oposición o,
simplemente, a constituir contraproducentes camarillas de políticos venidos a
menos y que se necesitan mutuamente a modo de báculos para seguir existiendo.
Vistas estas más que cuestionables prácticas de partido, le diría a José Antonio
que la oposición se hace contra el gobierno actual que
atenta cada día contra la libertad del pueblo. Un cometido tan sencillo que parece
no llegar a entender mientras solo ocupa su tiempo en fomentar al conjunto de groupies mamarrachos que resignan la
diversión de la noche del sábado, no para analizar un debate
donde la vicesecretaria del PSOE expone sus
ideas, sino para bombardear cada comentario que Elena Valenciano hace. Agregando, además, la inexistente y torpe carga negativa, con la intención de crear una
ilusión que más tarde correrá entre sus adeptos en forma de alteración de la
realidad para atacar los intereses del pueblo. Demagogos baratos.
José Antonio Griñán debe centrarse en
los problemas de Andalucía, que son idénticos a los que tenemos el conjunto de
los españoles, y dejar de dorar la píldora de manera gratuita a quien no hace
lo que tiene que hacer y no se pone a trabajar para salir de la crisis tan
profunda en la que la derecha nos está sometiendo a presión. Defendamos a
nuestros amigotes en la tasca y seamos más profesionales. Así demostraremos ser
íntegros y no una panda de oportunistas de medio pelo.
Es significativo que Griñán quiera
argumentar su confianza en que el PSOE perdurará en el tiempo. ¿Es necesario
ese argumento? ¿Existe alguna duda sobre ello? Estoy completamente convencido
de que el tándem formado por Griñán y los opositores a Rubalcaba, que no apoyan
a López y a Madina, quieren mandar el mensaje de que son la alternativa de
futuro. Esa poco inteligente información subliminal así lo muestra.
Sigo pensando que podemos apostar por
aquellas o estas cuerdas que puedan encumbrar a los socialistas a tener la
oportunidad de sacar al país de la masacre actual. Sin embargo, para ello,
debemos empezar por ser críticos con nosotros mismos porque, a día de hoy, ya
no vale todo.
El Partido Socialista Obrero Español es
la única alternativa al gobierno actual y lo único que puede sacar a España de
esta crisis. Por favor, ya está bien de anticuados cavernícolas con pinta de
modernos. Vamos a por ellos, somos capaces y valemos para ello. Demos a los
ciudadanos lo que se merecen y cumplamos de una puta vez con lo que se nos pide
porque para eso nos han votado, joder.
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