A EDUARDO

Una campana de gauss invertida.
Cristal Pulido.
Una dificultad más en la superación de los problemas donde oscila el juego.
El eje central donde convergen las inercias que nos ayudan a recuperar desde el no cero.
Difícil remontar el pulido estéril.
Sudas con incluso cuatro puntos de apoyo pero tu alma no centra las fuerzas.
Sensaciones teóricas internas de nuestro corazón y externas que nos mueven los sentidos físicos.

El roce, la presión, miro al frente o recibo el golpe de calor con el sonido de la puerta.
Latidos de manual.

Bajas la guardia Eduardo.

Es un juego de niños, fácil de entender y que tantas veces lo hemos entendido.
El cansancio y la costumbre hace derrota. Pero tu no lo sabes.
Es un sueño.

Es un “click” en ese instante que confunde la realidad con la perdida de conciencia en el que al apreciar, te crees débil. Llegando a pensar: Se acabó.
Un “click” que sesga. Es rotundo.
El flujo continúa en la mitad y tus pensamientos se elevan a un instante infinito de recuerdos mezclados.
No hay dolor, porque el sistema nervioso evolucionó.
Se acabo.
No hubo ruido, ni sonó.

A Eduardo.