Se ha terminado el verano y por
ninguna razón concreta, me acabo de dar cuenta que de lo estéril que en el
aspecto este, de escribir, he estado. No tengo ni la menor idea, ni tampoco me
preocupan los motivos por los que otras personas teclean sus pensamientos, es
más, en mi caso tendría que escudriñar los míos propios.
Siendo sincero y normalmente es
algo que llevo bastante a rajatabla, lo primero que tengo que decir, es que me
importa un carallo tener cien u ocho mil lectores, ya que me tengo demostrado
que ante cualquiera de esas dos estadísticas, mi estado emocional no queda
alterado. Por tanto, queda descartado el
egocentrismo como la justificación al tiempo que pierdo en escribir.
No me importa el placer que
obtengan los demás en cualquiera de las lecturas que yo pueda proponer. Si a
eso añadimos mis carencias en este noble arte y lo intrascendente de mis
textos, puedo estar seguro que ni en el más profundo de mi subconsciente sentiré
que lo haga por los demás.
Hay algo que me llama la atención
y que nunca he compartido. Mi texto más
leído, es el más absurdo de todos. El que se encuentra en segundo lugar, no
forma parte del Juanan actual y el tercero de esa lista, lo escribí en un estado
emocional demasiado alterado para que se pudiera volver a repetir.
Otra cosa que tengo que reconocer
y que por otra parte, quien me rodea sabe que es así, es que me gusta mucho
incordiar hasta el punto de llevar al límite a cierto tipo de personas. Imagino
que es por simple diversión, bien entendida como un remedio al aburrimiento en
el que me encuentro inmerso en bastantes ocasiones. Ante esta idea, quiero
añadir otra que se entenderá más adelante. Me encanta quemar cosas y dentro de
la relativa seguridad que esa práctica contempla, lo hago en cuanto tengo una
oportunidad. Y cuando me siento a ver como se retuerce cualquier cosa entre las
llamas, no me acuerdo de que tengo que incordiar o jugar con la mente de
nadie. Que cada uno saque sus
conclusiones, porque yo no soy capaz y por supuesto que se admiten comentarios.
Ya me he cansado y la semana que
tengo por delante es bastante problemática. Con todo y con eso, quiero pensar
que desde este momento, empieza una nueva temporada.
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