París, Bamako, Tunez o Kuwait son
en definitiva, una simple muestra del daño que el radicalismo islámico puede
hacer fuera de sus fronteras. Estamos divididos y lejos de crear una coalición
para defender a nuestro pueblo, la clase política que nos representa no es
capaz de tomar de una vez por todas, las tan sencillas y fáciles medidas que
terminarían con el terror al que estamos sometidos.
Cada día me sorprende más, la
manera de actuar de políticos electos y candidatos que desde una ineptitud tan radical
como latente, ponen en juego la vida de cada uno de nosotros, haciendo caso
omiso a los informes que deberían de ser la biblia de las operaciones
antiterroristas a desarrollar contra todo lo que represente una amenaza para
nuestro estado de derecho.
¿Qué es ISIS? El Estado Islámico
es una escisión de Al Qaeda, que dejo de ser reconocida por su extremismo,
violencia y radicalismo religioso. Fue el propio Osama quien decidió aislar a
estos grupos iraquíes por miedo a un golpe de estado interno que anuló su poder.
Llama la atención que lo que conocemos como Al Qaeda, al lado de estos, sus
propios insurgentes, sean hermanitas de la caridad.
ISIS o DAESH es lo mismo. Usamos
la segunda abreviatura para no implicar un reconocimiento de estado en su
definición. Pero llamado de una manera o de otra, existe una declaración de
guerra contra occidente que tiene como fin, desestabilizar y dividir, con la
única excusa de crear un el califato abasí que desde Bagdad, como símbolo de la
segunda dinastía sucesora de los omeyas, pueda restablecer su control sobre el
mundo. Por tanto y aunque no nos guste, hay que tratar a este grupo terrorista
como un estado que físicamente tiene su capital en Al Raqa y ocupan importantes
ciudades en Irak, como Faluya o Mosul.
De esta manera y con unos
ingresos anuales de más de mil millones de dólares y la capitalización equivalente
al PIB de Kosovo o Montenegro, el Estado Islámico tiene capacidad de atentar cuando
quiera y de la manera que quiera en casi cualquier lugar del mundo.
¿Qué hay que hacer? ¿Cómo defendemos
nuestras fronteras? ¿De qué manera protegemos a nuestro pueblo del integrismo
islámico? Es absurdo pensar, que occidente tiene la capacidad de acabar
totalmente con este tipo de terrorismo, pero lo que está del todo claro es que
lo puede contrarrestar y mitigar casi en su totalidad. Todos los servicios de
inteligencia de las democracias instauradas, tienen protocolos desarrollados con
sistemas de protección y ataque para combatir el terrorismo con total
efectividad. Por tanto, es necesario seguir a rajatabla las indicaciones de
esos informes.
La guerra es un gran esfuerzo de
todos hacia la paz.
MONTESQUIEU
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