Un político debería de
ser un perfecto tratado de psicología de la personalidad que basara sus
actuaciones en tres campos. El de la coherencia dentro de sus procesos
psicológicos, la diferenciación en cuestiones intelectuales propias de su
cometido respecto de los demás y el comportamiento.
El político no solo
tiene que ser honesto haciendo lo correcto dentro de la labor que desempeña,
sino que tiene que serlo también consigo mismo. Esto es importante hasta el
punto de que, creo que fue Stephen Covey el que decía que el individuo no puede
quebrantar la ley sino simplemente ir en contra de ella. Aunque esta afirmación
parezca un poco extraña, lo único que quiere decir es que teniendo una
personalidad propia y siendo decentes con nosotros mismos, seremos una garantía
para el resto.
A nadie le extraña el
momento farándula que estamos viviendo en todo este tipo de idas y venidas en
las que se compran y venden escaños a cualquier precio dependiendo del lugar y
del color de las listas más votadas.
Hoy me voy a quedar
con el Ayuntamiento de Madrid y lo muy molesto que está Antonio Miguel Carmona
al sentirse un cero a la izquierda incluso después de haber garantizado su
apoyo en la investidura al partido que respalda Pablo Iglesias.
¿Molesto? Cualquier
persona entiende que una molestia es un momentáneo picor de huevos, pero lo que
no debería de ser ni tan solo un contratiempo es que, como persona que ya ni
como político digo, te ninguneen obviando tu opinión desde antes de formar
parte de un todo.
Mi querido Antonio
Miguel Carmona, te voy a ir avisando. Eres el representante y la voz de muchos
ciudadanos. Todos y cada uno de los que te han votado tienen dignidad y
personalidad solo por haber tomado esa decisión de designarte como su portavoz.
El camino que llevas es el definitivo para que tu carrera como político se
termine en un breve espacio de tiempo. Lo que el ciudadano quiere es un
dirigente que defienda sus intereses como si de él mismo se tratase y no otro
Tomás Gómez que limite sus acciones a los suyos propios y a los de algunos de
sus adeptos. No más pantomimas ni juegos políticos que permitan que, el partido
que representa por principios a la mayoría de los ciudadanos de este país se
convierta en el hazmerreír de la sociedad.
En este país todavía
queda gente que lucha contra lo que atenta a la sociedad y pone en peligro a
sus ciudadanos En ese grupo de amenazas no solamente está el moderno terrorismo
islámico. A otro nivel y aunque se luche con distintas armas, también se
encuentran los gilipollas que se creen que van a llegar y con el solo hecho de
pintar la mona, se van a quedar en el sitio. Empieza a defender los derechos de
los ciudadanos de Madrid y para eso debes de subirte los pantalones que en este
momento tienes por debajo de las rodillas. ¿Nos vamos a entender o te dedicarás
única y exclusivamente a dar clases?
No se si el sr. Carmona tendrá la capacidad de entender lo que dices y mucho menos lo que no dices.... creo que deberías intentar utilizar un lenguaje más llano y sencillo.
ResponderEliminarEl Sr. Carmona es muchísimo más listo que yo y con toda seguridad entenderá lo que digo y sabrá leer más allá.
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