Introducción
En una entrevista publicada el sábado 4 de octubre en la contraportada del periódico El Mundo, Pedro Sánchez Castejón dice que en España sobra el Ministerio de Defensa.
La Amenaza Terrorista
El terrorismo es en la actualidad la única amenaza permanente contra la seguridad de cualquier país. Atenta contra las libertades y derechos fundamentales, chocando frontalmente con lo que supone un Estado de Derecho. En este momento de la historia, países como el nuestro se encuentra bajo el desafío permanente de franquicias yihadistas.
Dejando el fundamentalismo islámico a un lado, existen otras redes que teniendo como negocio el crimen organizado, podrían ser perfectamente equiparadas a los anteriores y todo ese conjunto ha hecho que existan acuerdos bilaterales que en diferentes escalas, luchan de manera permanente para defender la salud psíquica y mental de cada uno de los ciudadanos que pueblan nuestro país.
También hay que puntualizar que España mantiene importantes acuerdos con Estados Unidos, China, Israel, Jordania, Camerún, Cabo Verde y otras decenas de países con los que se colabora por el bien común desde distintos estamentos. ¿Por qué será?
Ministerio de Defensa contra el Terrorismo
Se diferencian tres tipos de terrorismo. El Global o Internacional, en la actualidad representado en su mayoría por grupos islamistas. El interno que representa ETA en España y un tercero que podemos llamar terrorismo de estado del que en este momento es mejor no hablar.
Son pocas las personas que a nivel general conocen las políticas que se realizan en cuestión de lucha antiterrorista, y aún menos son las que conocen algo de las acciones realizadas en este ámbito desde lo que sanamente podríamos denominar, las cloacas del estado. Pedro Sánchez ha demostrado que está en un nivel de conocimiento de aquella abuela de 96 años que cada día saca sus cabras a pastar al monte.
Lo primero que hay que decir es que el terrorismo moderno se desarrolla de acuerdo a la evolución tecnológica y que desde ese punto, los institutos armados se encuentran con los términos, Narcoterrorismo, Ciberterrorismo, Guerra Química e incluso Terrorismo Nuclear. Y es en este momento donde al imprudente que representa al socialismo en España se le debería decir que, bien está no tenga ni pajolera idea de lo que supone la defensa nacional, pero que la próxima vez se calle, sea quien sea. Además de comunicarle que nunca va a gobernar este país y que no obstante si todos nos volviéramos locos y eso pasara, seguiría sin saber nada de lo que se hace desde los diversos estamentos en políticas de defensa y mucho menos quien está detrás de esos menesteres.
¿Sobra el Ministerio de Defensa?
Cuando hablamos del Ministerio de Defensa español, no solamente hablamos de los ejércitos más profesionales del mundo. Cuando hablamos de Defensa, hablamos de alta tecnología, Satélites de comunicaciones, instrumentación, experimentación, seguridad en el transporte, ensayos en todos los campos de la física, tecnología aeroespacial, astrobiología y así sucesivamente podríamos seguir durante horas repasando el organigrama de uno de los mejores ministerios que tiene este país y que sufre permanentes recortes que en algunas partidas superan el 20 % respecto a los anteriores.
El político actual es un animal mediático, dedicado a pactar lo que sea y con quien sea con tal de mantener su puesto. Tengo que confesar que conocí a Pedro Sánchez hace unos cuantos años y que me parecía de lo mejor que teníamos en ese momento. Me puse de su lado cuando los votos de los ciudadanos no llegaron a ser suficientes para que desde el puesto número 11 y detrás de Ángeles Álvarez, no alcanzara un sillón en el Congreso de los diputados en las pasadas elecciones.
Las ideas de Pedro Sánchez Pérez-Castejón han cambiado. Y estoy completamente convencido de que hoy es uno más de los muchos personajes dedicados a esta materia que ni tan siquiera son capaces de sentir empatía por los demás.
Hace unos pocos años que pertenezco al Ministerio de Defensa y durante este tiempo he visto hacer y deshacer de todo. He trabajado en diferentes proyectos de muy diferente índole. Estoy completamente convencido que somos los mejores del mundo en la mayoría de los campos en los que evolucionamos cada día y ni mucho menos somos uno de los países con más presupuesto.
El Ministerio de Defensa seguirá en pie cuando Pedro Sánchez desaparezca de la política y se llamará igual cuando dentro de muchas décadas, tanto él como yo seamos polvo.
Ahora solo queda rezar para que la prudencia sea uno de los principios de los que ahora carece el mediático y atractivo protagonista de esta historia.
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