A la capacidad de entender, asimilar, elaborar información y utilizarla para resolver problemas, se la denomina inteligencia. Hace unos días y después de mucha reflexión, tratando de entender la psicología de las masas, me he rendido a los pies de las mismas porque no soy capaz de aplicar esa capacidad y no podía entender como habíamos llegado a consentir ciertas cosas en el Gobierno de España.
Repasando el iceberg que nos propone el Partido Popular con los nuevos ministros y estudiando lo que significa la parte que no se ve, he vuelto a convencerme de que soy yo el que llevo razón y no los millones de votantes de los que en esta decisión me excluyo.
Me voy a centrar en un detalle que por sí solo augura un futuro en el que muchos españoles van a dedicar su tiempo a llorar y que ilustra exactamente la capacidad que tiene esta gente para destrozar lo que funciona.
Soraya controlará a los espías.
¿Esta gente no ve películas? En ellas he aprendido que los espías americanos tipo Tom Cruise y Matt Damon son invencibles y forman parte de una agencia independiente. Pero también he aprendido que pertenecen al Departamento de Defensa porque siempre los denuncian juntos.
Siempre de copas con los de Tel-Aviv, que son los que les ponen los interpretes y los que se encargan de recogerlos en el aeropuerto, he aprendido que estos señores del Mossad, que no pueden a los americanos, cuelgan directamente del Primer Ministro y nunca de la que sirve los cafés.
En Suramérica estos estamentos suelen depender directamente de los militares, como es el caso de Uruguay que desde el 2005 solo hacen que progresar y progresar para ver si son capaces de rodar algún film de bajo presupuesto. Brasil recopila unos buenos profesionales del espionaje, aunque todavía no son capaces de entender cuántos jefes tienen ni de quién dependen. Defensa, Justicia, Hacienda, además del mismo Presidente deciden sobre ellos.
Los BND alemanes funcionan con un servicio cerrado en defensa que rinden cuentas al Canciller de turno al igual que aquí el cura enseña la consagrada, antes de meterla en la boca de los beatos.
No vamos a comentar el estado de los servicios secretos asiáticos excepto de Japón, donde todos los samurais son militares, pero he visto siete veces cada película de James Bond y a través de ella he conocido algunos 00 y supuestamente tuvieron cojones de cargarse a los Amantes de Teruel frente a la evidencia de que engendrarían un vástago de origen, ejem… ejem…, directamente hermano del rey del reino de los reinos de Nunca Jamás. ¿Mandingas?
INDEPENDENCIA.
Los servicios secretos españoles pierden su independencia al depender de la secretaria. Los comentarios van en la vía de que esta mujer aglutina mucho poder, pero yo creo que todo es un montaje mediático de los Servicios Secretos Vaticanos a medias con los WIR en forma de guerra santa.
“Mucho poder para tanta mala leche”, le dijo Dios a un septuagenario Herodes.
En fin!
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