Fue en uno de los primeros partidos de la temporada, cuando
el independentismo catalán representado por el primer equipo de la Ciudad
Condal, se empezó a beneficiar del nuevo sistema de videoarbitraje. Más tarde y
sucesivamente, agresión tras agresión y penalti tras penalti, los antiespañoles
han sido capaces de modificar decisiones arbitrales que solo el sinvergüenza colegiado
de turno, podría sacar de quicio.
Es muy extraño que la tecnología VAR, diseñada y propuesta
como un sistema inteligente que tiene el único objetivo de evitar errores
humanos que podrían condicionar el resultado de un partido, sea el sistema
elegido para conseguir que los culés ganen cualquier competición. ¿Se habrá
impuesto dicha tecnología con ese único objetivo? ¿Estará subvencionado por las
políticas independentistas?
Futbolísticamente hablando, siendo esta una cuestión difícil
de conseguir, el F.C. Barcelona es un
equipo formado por una infinidad de jugadores y directivos de segundo nivel y
dudosa reputación, apoyados por Lionel Messi, que es sin duda uno de los
grandes de la historia del futbol mundial, en mi opinión solo superado por
Diego Armando Maradona, Alfredo Di Stéfano y Johan Cruyff. ¿Dudosa reputación?
La reputación se puede definir como el concepto o idea que
cualquier individuo o grupo, puede hacerse de algo o alguien a raíz de sus
actuaciones.
La Audiencia de Barcelona reabre la causa de Abidal por
presunto tráfico de órganos. Creo que es el artículo 156 del código penal, el
que observa penas de hasta doce años de prisión para este tipo de delito. Y
todo el mundo que tiene o ha tenido acceso a la información del Proceso Abidal,
puede suponer que dicho delito está más claro que oscuro.
Está más que demostrado que Sandro Rosell creo una red
mafiosa para literalmente robar el
dinero a la Confederación de Fútbol Brasileña y a Nike. Este delito llevará
a este delincuente a la cárcel por un periodo cercano a los diez años.
Núñez ha sido otro de los históricos sinvergüenzas que forma
parte de la historia de este grandioso club. Cohecho, falsedad documental y
amenazas, forman parte de los antecedentes de este capo, hasta el punto de
haberse declarado culpable de haber comprado a inspectores de Hacienda, con el
fin de modificar las actas resultantes de las inspecciones y consentir
ventajosas compras de inmuebles, entre otras cosas.
Es muy probable que después de repasar la historia en la que
no tenemos que olvidar las simpáticas peripecias de Piqué, ese machote que haciendo
uso de su cargo, se enfrenta a las autoridades, para reconocer más tarde los
hechos que se le imputan y aceptar las condenas correspondientes, nos llevemos
alguna sorpresa más, en relación al nuevo escándalo VAR.
Quitándome el sombrero ante el astro argentino, tengo la
total seguridad de que dentro de unos años amaneceremos con una noticia en la
que nos contarán la historia de una trama mafiosa propia de países del este, en
el que directivos del Barcelona y políticos independentistas han comprado decisiones
arbitrales. Hay una diferencia entre el
fútbol como deporte y la delincuencia dentro de las instituciones deportivas.
En lo personal, cada día siento más asco por todo lo
blaugrana.